En serio,
tengo una debilidad patológica por las historias de ladrones. Cuando un libro
de fantasía está protagonizado por un ladrón… es que se me encienden las
neuronas como si estallara una tormenta solar.
Y aquí hay
ladrón para rato.
Reseña del día
SINOPSIS
Malden nació y se crió en las calles más
miserables de la Ciudad Libre de Ness, donde se hizo ladrón por necesidad. Su
destreza le ha hecho destacar más de lo que quisiera y ahora debe pagar una
fortuna para unirse al gremio de delincuentes presidido por Cutbill, el señor
del crimen. Y no se puede rechazar una oferta de Cutbill y vivir para
contarlo.
Para saldar su deuda, Malden deberá robar la corona del burgrave, pero ésta se halla bajo la vigilancia de unos demonios hambrientos que desgarrarían el alma de cualquier intruso. Esta empresa tan arriesgada lo llevará a vivir un destino aún más terrible; Malden, un caballero fuera de la ley, y una bella dama poseída por la magia deberán enfrentarse al terrible mal que ronda su ciudad. |
En la
Ciudad Libre de Ness, reina la injusticia, brilla la desigualdad. A salvo tras
un contrato legal perdido en el tiempo, la ciudad posee lo que nadie más allá
de sus puertas: la libertad. Sin embargo, la vida es muy dura en sus barrios
más pobres. Donde reside Malden, un ladrón de profesión y vocación. Lo tomé por
un hombre maduro y sabihondo, pero es un veinteañero con ínfulas de experto en
el fino arte del birlar y poca fe en su inmortalidad física.
Dados sus
orígenes, Malden no tiene una gran imagen de sí mismo, pero su estima, y su
ironía, corre pareja a su talento al otro lado de la ley. La forma en que se
desarrolla el encuentro con el mafioso de la ciudad de Ness es todo ingenio y
entretenimiento. Ésos son los sellos que marcan a fuego esta novela durante
toda su ejecución. Ingeniosa, con una trama enrevesada, divertida hasta la
carcajada en varias ocasiones.
Demonios
salvajes, magia nociva y autodestructiva, leyendas de viejas glorias y promesas
de muerte a cada paso. Desde el momento en que pierde su “hipotética libertad”
y tiene que pactar un acuerdo inmoral para recobrarla, Malden caerá por una
rampa de terribles consecuencias. Un nudo corredizo que se va cerrando en torno
a su cuello y parece no tener más fin que su muerte. Con sus 460 páginas, la
novela puede parecer larga, pero la trama se desarrolla con fluidez, se suceden
los cambios sin cesar y van brotando novedades y elementos de magia muy original.
Es posible que la extensión se deba a que el autor ha dedicado tiempo a los
pormenores de caracterización. Además, los conflictos no se resuelven a la
primera de cambio.
El alma de
muchas historias es, a menudo, sus personajes. Aquí hallamos una baraja de
ellos: cortados por el patrón tradicional, pero dotados de una caracterización
que los humaniza. La misteriosa Citera, el bruto Bikker, el mafioso Cutbill, el
heroico Sir Croy (quien vive ensimismado en sus heroicas fantasías y,
personalmente, me ha conquistado a pesar de ser tan ingenuo), el sorprendente
Kemper (magnífico personaje que me ha deleitado. Trae una sorpresita como un
huevo Kinder), el poderoso Hazoth.
me encantan los mapas
¿y a ti?
100
capítulos breves con una línea final adictiva. Esta estructura me sorprendió y
me cogió por los… ejem, las neuronas sin soltarme a duras penas. Los juegos de
diálogos son una delicia y los capítulos se vuelven rápidos como pólvora
incendiada. Y si el personaje es el alma, la trama es su espina dorsal. No da
tregua, no se resuelve en dos pasos, sino que va escalando cada vez más
intrigante hasta el desenlace que… (a por la novela, no hagas trampas).
En cuanto a
la ambientación, es detallada y creíble. Todo transcurre en una ciudad. No un
reino ni tres mil. Una sola ciudad. Y está viva. En especial, la plebe más
humilde se presenta con sumo realismo. La ciudad y sus hijos más desventurados
tienen su peso en la trama, la cual ha captado mi curiosidad desde el
principio. Sin dificultad, la ha mantenido durante todo el trayecto. Está arrastrada
por la fuerza de los personajes como caballos que tiran en direcciones
opuestas. Esto se debe a que cada uno tiene sus motivos egoístas para las
decisiones que toman, con sólo un toque, si lo hay, de héroes que actúan por la
bondad de su corazón. Más bien los motivos son de otra calaña. Todos tienen una
vida privada que resulta que se entrecruza con la de los otros y el destino de
la propia ciudad.
la portada original
bastante dinámica
Es el
primer tomo de una trilogía fantástica titulada La espada arcana, o The Ancient
Blades, cuya continuación A Thief in the Night, Un ladrón en la noche, espero pare por nuestros lares algún día, y la tercera es,
Honor among thieves, Honor entre ladrones.
El estilo
de la historia se asemeja a un cruce entre fantasía y pulp fiction. Mucha magia
y creatividad, sí, pero también mucho monstruito y luchas sanguinolentas tipo
Creepy (un viejo comic). Asimismo, tiene un tono paródico. David Chandler ha convertido en
héroe al tipo menos apto, mientras que el galán de turno tiene serios problemas
de heroicidad. En contrapartida, debo confesar mis decepciones. La presencia
femenina destaca por dos motivos: su indefensión y su belleza. Una belleza que
pone a todos los machos en pose de revista, y a mí de mala leche. En fin.
Hay algún
guiño directo al lector que me rompe la concentración y unas cuantas erratas
que podrían haberse subsanado sin ningún problema. Además, en las últimas 100 páginas incluye algunas repeticiones totalmente innecesarias.
Puntos
fuertes: ambientación, personajes, trama, magia.
Posible
Talón de Aquiles: erratas sin sentido, personajes femeninos, repeticiones.
David Chandler
Género fantástico
460 páginas
Tapa flexible sin solapas
2012 (original en 2011)
18 pellizcos
Título original: Den of
Thieves
El autor escribe novelas de terror bajo el nombre de
David Wellington
(web)
tales como Balas de plata,
99 ataúdes y Zombie Island
|
con el bolsillo lleno de propiedad ajena.