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miércoles, 22 de febrero de 2012

Divina y carnal: LA CONCUBINA DE ROMA



Año 81 D.C. En Roma, la vida vale lo que rinde en la arena. El total desprecio por la vida humana se pone de manifiesto desde las primeras líneas de esta excelente novela que he tenido la fortuna de leer gracias a Katniss, del blog Libros del Cielo, y la editorial Maeva. Muchísimas gracias por la oportunidad, esta mezcla de Espartaco y Yo, Claudio me ha fascinado.


SINOPSIS
El día en que Domiciano es coronado como nuevo emperador del imperio, Roma le rinde los mayores honores con al celebración de unos juegos en el Coliseo. Un hombre, sentenciado a morir, doblega a todos los guardias romanos. Es Arius el Bárbaro, un desconocido galo. En el espectáculo, no sólo llama la atención de Thea, una bella esclava procedente de Judea adquirida por el organizador de juegos más famoso de Roma, sino también de su dueña, Lépida Pollia, la caprichosa hija de éste. Sin embargo, el Bárbaro se enamora de Thea y lépida Pollia, decide su venganza. Aún no sabe que el destino le titene reservado a su esclava lo que ella siempre ha deseado.


La concubina de Roma es una novela de ficción histórica que la pluma emotiva, dramática y amorosa de KATE QUINN convierte en un desfile por las calles de la Historia más vívida.

Patricios y plebeyos se reúnen para celebrar el derramamiento de sangre en unos juegos que destruirán a cientos de bestias para dar placer a los morbosos. Luego viene el turno de los gladiadores. Guerreros arrancados a la libertad para rendir tributo al emperador Domiciano, a la sed de barbarie de un pueblo sin opciones y a la lujuria más animal. Ese día, la vida de muchas personas se cruzará de un modo que cambiará su mundo y el futuro de Roma.

Sin tapujos ni ñoñerías, entraremos en la piel de Thea. Tiene 14 años, pero es una esclava judía en una sociedad en la que las personas no son más que objetos de mercadería. Su deber consiste en realizar servicios para su dueña, Lépida Pollia, una malcriada y rica noble que disfruta con el dolor ajeno. Servicios que debe extender a su padre cada vez que a éste le apetece. A eso me refiero en lo de los tapujos. En la novela se presenta todo tipo de situaciones que afectan a multitud de personajes, por lo que la virginidad y la integridad física duran menos que un trozo de chocolate bajo el sol del trópico. Aunque no sólo de sangrientas luchas en la arena y conspiraciones a la sombra de la traición vive el ser humano-lector. Me ha parecido que los romances –sí, sí, hay varios O_O- son bellísimos. Trágicos también y por ello aún más hermosos.


 Alternando los pensamientos y vivencias de varios personajes, sobre todo Thea, Arius y Lépida, aunque hay sitio para unos cuantos más, la escritura en primera y tercera persona juega con la sensación doble de ser protagonista y testigo al mismo tiempo. Una especie de diarios múltiples, a veces. ¿Quiénes son todos ellos? Cada uno representa un estamento de la sociedad romana: la esclava judía, Thea; la patricia arrogante, Lépida Pollia; el gladiador Arius; el senador Marco Vibio y su hijo Paulino (que está para comérselo con salsa de pescado, ya, raro, pero es que es típico romano); el emperador Domiciano, su sobrina Julia, su esposa la emperatriz… En fin, un recuento de historias cargadas de significado que pueblan las calles también vivas de una ciudad decadente y peligrosa.

¿Qué he sentido durante la lectura?
Es salvaje, emocionante, atraviesa la piel y hace correr la sangre a toda velocidad en las venas, igual que en el Coliseum. Ha hecho bombear mi corazón con fuerza mientras Thea y Arius iban acercándose el uno al otro. Cada vez que Arius salía a la arena a destrozar a sus oponentes, se me encogían las tripas. Cada una de las terribles veces que sucedía algo que les separaba y les hacía agonizar de dolor, yo ganaba una cana.

No hay que temer por la densidad de la lectura. Utiliza profusión de diálogos y las descripciones son ajustadas y ágiles. La vida cotidiana de la época pronto se hace familiar gracias a las pinceladas que la autora aplica aquí y allá con naturalidad. Enseguida me he encariñado con Thea y, tan rápidamente, he odiado a aquellos que la maltratan. Y son unos cuantos. A pesar de las zancadillas brutales que interpone el destino, Thea también tiene suerte. Su talento para el canto le conducirá por derroteros que moldean la trama en una auténtica aventura por la historia.


Donde hay buenos, que me han absorbido de emoción, también hay malos. Y son malos,  malísimos. Uno de ellos es en realidad un estereotipo por su crueldad y desprecio hacia los demás, pero qué divertido es ;o). Otros no tanto. Son espeluznantes. Durante la lectura, ha habido momentos en que los que se me encogía el corazón. De pena, de temor, de asco.

Cuando Arius da rienda suelta a sus demonios en la arena y pasa lo que pasa, me he emocionado. Acuosamente hablando. La sencillez de las palabras no hace sino enfatizar el dramatismo del momento.

¿Roma-NCE? Oh, sí. ¡POR JÚPITER, qué romance! Los dos protagonistas se amarán muchísimo, pero también sufrirán muchísimo. Por favor, si os gusta mínimamente sufrir por amor o la ambientación en la antigua Roma o las luchas salvajes en la arena o el drama más descarnado… por favor, leed esta obra. No os preocupéis porque nada entorpece el avance constante y rápido de la trama. Suceden mil acontecimientos en las vidas de ELLA, ÉL, LOS MALOS, LOS DEMÁS.

La concubina de Roma es gozo y dolor. Alberga tal cantidad de pasión, amor, crueldad y angustia que cada página emociona más que la anterior.¡Por todos los dioses, será una novela de la antigua Roma, pero se parece más a una tragedia griega!

Ave, Kate Quinn, los que te hemos leído, te saludamos. 



Me ha endemoniado

en grado
 
  




LA CONCUBINA DE ROMA
Kate Quinn
 476 páginas
Tapa flexible con solapas
Título original: 
Mistress of Rome
Año 2012
20 pellizcos
Ficción histórica




La portada española es muy atrayente, aunque debo admitir que personalmente me han cautivado las portadas de sus obras en inglés. ¿Qué os parecen?






romanizada en busca de su corona de laurel.