lunes, 29 de marzo de 2021

Fantasía apocalíptica para una historia de detectives

Saludos :o) Estamos en Semana Santa y mucho mejor que el año pasado. No estamos confinados y podemos aprovechar la primavera al aire libre. Así que, aunque estemos viviendo una especie de Apocalipsis moderno, todavía sobrevivimos.

Lo que me lleva a la lectura de hoy. En esta novela, el Apocalipsis ha pasado y la gente ha sobrevivido a duras penas. 

¿Qué tal suena una investigación criminal en medio de una ciudad de fantasía y terror?

Pues a leer...


LA ÚLTIMA SONRISA EN SUNDER CITY

de LUKE ARNOLD

GANCHO. Mi shock se tornó euforia en un instante cuando descubrí que Luke Arnold, el legendario Long John Silver de la serie Black Sails, está escribiendo libros. Y el primero de la saga ha venido a España para mi sumo placer. En serio, tenéis que escuchar la voz del autor/actor australiano. Yo ya le he puesto su cara a Fetch Phillips, el protagonista de la novela :-D.

Fantasía urbana con estilo de detective cínico que presenta un mundo post-apocalíptico donde la magia ha muerto por culpa de la humanidad. Pedazo de premisa. Fetch es la voz amargada y culpable que nos hace de guía por una realidad devastada, emponzoñada, desprovista de esperanza y al borde de la desesperación. Los humanos, a pesar de ser los artífices de la destrucción de la fuente de toda magia, todavía persisten en sus prejuicios y persiguen exterminar a los ejemplares de criaturas mágicas que aún sobreviven. Las rencillas y el rencor campan a sus anchas por las calles apenas reconstruidas tras un cataclismo denominado Coda.

Entre anécdotas del pasado, fragmentos del origen del acontecimiento fatal y descripciones de las razas que han perdido el vínculo con la magia hasta la deformación, este detective desgraciado y agotado vaga por la ciudad de Sunder. Aquí conviven vampiros desecados, ogros y gigantes, nereidas y elfos, enanos y antiguos magos, secos de todo vestigio que les otorgaba poder. Investiga un caso misterioso que va poniendo trabas cada vez más extrañas a sus pesquisas que apenas avanzan entre injerencias de odio, alcoholismo y recuerdos de tiempos en los que el optimismo todavía era una opción. 

No puedo decir que sea un buen hombre o que se merezca la salvación, pero Fetch da tanta pena como la ciudad miserable en la que se tambalea y sangra. Le rodean la podredumbre y la desesperanza, pero él mismo sufre tantos vapuleos y palizas que, unidos a su conciencia apesadumbrada y su pasado tan triste, realmente despierta compasión. Zigzaguea por esta ciudad agonizante haciendo preguntas impertinentes, despreciándose a sí mismo, dando la tabarra a humanos y criaturas por igual. 

El misterio me ha tenido en vilo en todo momento porque el protagonista va uniendo piezas al tiempo que el lector conoce este mundo roto. A pesar de las secuencias de acción brutal, la atmósfera del relato es melancólica, afligida y profundamente arrepentida. Sobre todo, muestra una infinita comprensión y piedad hacia las víctimas de todas las razas que Fetch va encontrándose en su investigación o en su camino a la taberna donde emborracharse. Incluso por aquellos que muerden además de llorar.

Me ha gustado mucho la construcción de la ciudad y el continente de Archetellos. Con un estilo narrativo sarcástico y auto-flagelante por parte del personaje principal, conocemos criaturas de todo tipo, la historia rica en sucesos poco agraciados, la trayectoria de este hombre que es un don nadie con el que, a pesar de todo, es fácil identificarse por los pesares que lleva colgados como una cadena de reo. 

No me esperaba la tragedia romántica que esconde ni ciertos detalles tiernos como un desayuno fallido. Ni el momento agónico y sublime en el que se revela el título del libro en medio de un pasaje. Ni ese final terrible que mezcla terror, novela negra, fantasía épica y sólo una brizna de esperanza para el siguiente libro. El cual, con permiso del autor, esperaré con mucha (im)paciencia. 

Un comienzo de serie de detectives de fantasía con un enorme y fabuloso potencial. Chapeau. 

Citas favoritas:
Un hombre puede vacilar, pero sus palabras, una vez escritas, se mantendrán firmes.

Había bebida, había silencio y no había nada de hospitalidad innecesaria. Era perfecto.

No es difícil encontrar un sistema de creencias que respalde tus propias necesidades egoístas.

La edad no se mide en años, se mide por las lecciones aprendidas y los errores repetidos, y por lo mucho que cuesta meter por la fuerza un poco de esperanza en el corazón.

Sentirme parte de un grupo me parecía tan imposible como volar por los cielos.

Es un extraño privilegio estar en la presencia de genios. Es incluso más extraño que sepan tu nombre. Que sean amables contigo. Que les importes.

La única solución es sentarse en silencio durante un rato y rumiar los pensamientos hasta que estén lo suficientemente blandos para tragártelos.

Un buen hombre se construye a través de una vida de trabajo. Los grandes hombres se construyen a partir de sus monstruos.

Datos de LA ÚLTIMA SONRISA EN SUNDER CITY
(The Last Smile in Sunder City)
Fantasía urbana, novela negra
Tapa dura con sobrecubierta
286 páginas; 19€



Para sonrisa, la del escritor. ¡Qué majo, este hombre! Tenéis que ver su serie de TV Black Sails y oír su voz de barítono. Su personaje se habría camelado al mismísimo rey de los abogados, jajaja.


Babel espera con muchas ganas el siguiente capítulo en la zarandeada vida de Fetch.

2 comentarios:

Margari dijo...

Pues tiene muy buena pinta. Tomo nota que no lo conocía.
Besotes!!!

Annie NeveraDeLibros dijo...

Muchísimas gracias por esta gran recomendación!

Me ha gustado mucho Babel!

No sabía que el autor era el actor de Black Sails!!!! esa serie me encantó! Que guay todo!

El mundo creado top y las descripciones de como se han quedado después de la Coda los seres mágicos hacen que puedan imaginartelos muy bien!!

Con ganas de leer los dos siguientes