Leemos para saber o para divertirnos. Es cierto también que
lo que leemos nos hace reflexionar, preguntarnos cosas. Compartirlas, ya que
las palabras y las emociones raramente se nos quedan dentro y, si lo hacen,
entonces se enquistan como espinas.
Ya sabéis (y si no, os lo cuento que yo soy
muy expresiva) que yo adoro el té. Cuando entró por mis ojos este título tan
singular, LA FELICIDAD ES UN TÉ CONTIGO, de Mamen Sánchez, me dejó como flotando en mi propio
pensamiento. ¡Qué frase! Es tan rara que es bonita, es tan especial que es
única. A veces, las frases nos despiertan un rincón del cerebro que andaba
medio dormido, en una siesta que no es consciente de sí misma. Por eso tenía
que leer el libro que lo lleva. Para saber si el título se extiende a algo más
hondo, si me dice tanto la historia como esas seis palabras que la anuncian.
Me gustaría haceros una
pregunta, pero antes
os hablaré un poquito del libro.
Como estaba loca por leerlo y descubrir a quién le
parecía que compartir un té era el summun de la felicidad, al hallarlo a buen
precio corrí a apuntarme a la lectura conjunta organizada en Mi Mar de letras y
O Meu Cartafol. No sé qué esperaba del libro. Risas, un pellizco de locura, un
viaje emocional. Y eso es justo lo que me he encontrado.
Un señorito inglés, terriblemente aficionado al té y a su
biblioteca viajera, recibe el encargo de su padre de viajar a la (in)civilizada
España para darle carpetazo a una revista literaria que hace más aguas que el
Titanic. Sin embargo, desaparece sin dejar rastro que el cincuentón inspector
Manchego pueda seguir para darle aires nuevos a su rancia carrera policial.
¿Cuál es el misterio spanglish que se cuece tras el dandi y la panda de mujeres
que malversan la revista mientras tratan de sobrevivir a sus vidas patas
arriba?
Cuajada de despropósitos, esta novela a caballo entre el
estilo de Oxford y el sol de Sevilla, presenta unos personajes que son tiernos,
locos, humanos, emotivos y entrañables. El pobre inglés Atticus desaparece en
una maraña femenina que se comería al mundo con su amor desorientado. El
inspector Manchego protagoniza las escenas más castizas y risueñas, tocadas por
una gran melancolía hacia el pasado y los sueños que aún se arrastran en los
años en que salen las canas. En esta historia desenfrenada, hay sitio para
muchísima risa, con un humor que salta de las escenas de enredo que tan bien
caracterizan estas comedias ligeras que luego albergan mucho corazón. Hay sitio
también para las sorpresas, la intriga policial, el romance más descabellado y
la colisión de culturas opuestas que al final se atraen. Todos los personajes
tienen su momento de estrella y la trama es tan hilarante como las frases que
la autora dispara a un ritmo endiablado. Su estilo narrativo es delicioso.
Me lo he pasado muy bien descubriendo las penas de los
personajes mientras las contaban con tanta gracia, y descubriendo también qué
le había pasado al bebedor de té compulsivo de Atticus y por qué acaba donde
acaba. Se la recomiendo a todos los que busquen alegrarse el espíritu con una
bonita historia de amor y risa con mucho enredo.
Permítame presentarle a mi jefe -dijo Bestman en un español
gramaticalmente impecable y acústicamente horripilante. pág. 11
LA FELICIDAD ES UN TÉ CONTIGO
MAMEN SÁNCHEZ
Tapa flexible con
solapas
334 págs.
Comedia romántica
2013
Relación
calidad/precio:
20 pellizcos
caro
LINKS AUTORA
no tengo ni idea
¿Alguien sí?
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Y la pregunta es:
¿qué es la felicidad para ti?
en busca de su tetera ideal.