Vaya título más rocambolesco. Porque hay títulos que te dan
un empujón en la mente, sacudiéndola para que no puedas pensar en otra cosa que
en descubrir qué se cuece detrás, tenía que leer LA MUJER QUE VIVIÓ UN AÑO EN LA CAMA, de Sue Townsend.
¿Qué puede llevar a una persona a colgar su vida en una
percha y hundirse en la cama para no salir? Creo que esto es la clave de la
novela, guste más o menos, ya que por un lado propone el provocativo interrogante de por qué alguien haría algo tan drástico. Queremos descubrir
las razones, o disparate, que conducen a la protagonista a esta encrucijada en
su vida. El viaje que realizamos con ella está empujado por el irresistible
vendaval de la curiosidad. Hay que saber, hay que entender. Por otro lado,
supone un nuevo reto para nosotros mismos. Ya no sólo queremos indagar en la
psicología de esta mujer, también nos pone un espejo delante de la cara y la
voz que surge de él como en un cuento de hadas gótico nos está preguntando
constantemente lo mismo.
FORO DE DEBATE
¿Por qué razón o tragedia o
declaración de principios
te meterías en la cama durante un
año?
Da vértigo sólo planteárselo. Pues la autora de El diario de
Adrian Mole ha tenido la osadía de tomar una premisa tan compleja y polémica y
darle forma desde su propia perspectiva. No es un ensayo de psiquiatría, no
explica de forma racional y absoluta las raíces del problema, no crea una obra
maestra para evangelizar en los colegios o los cursillos para amas de casa
emancipadas. Simplemente, o para nada simple, crea una posibilidad, una
ramificación entre las miles potenciales.
Eva tiene cincuenta años. Una edad en la que parece que todo
ha terminado. No es lo bastante joven para el amor, ni la aventura ni los
nuevos comienzos. Sólo es joven para morir. Lo demás, ya ha pasado. Sus hijos
son idénticos genios que se marchan a la universidad, dejándola a solas con su
vida transcurrida a imagen y semejanza de un marido tradicional, una madre
caprichosa y una casa llena de cosas que la dejan vacía.
No puede pensar en otra cosa que en meterse derechita en la
cama. Ni se desviste, ni se descalza. En ese nido de calor y soledad, empieza a
urdir sus próximos pasos. O la ausencia de ellos. Quiere repasar su vida,
entenderla, recordar todo lo que ha sido. Quizás busque iluminación. Quizás
busque una razón para levantarse.
Qué esperar del estilo y el tono.
Para reír y llorar - una sarta de situaciones absurdas que
tanto arrancan una risotada como te dejan sin aliento de pura estupefacción. En
cuanto a las tristezas, están ahí, bajo la superficie de esperpentos, con lo
que generan una reacción agridulce: de simpatía por las penas y de contraste
por la humanidad que se esconde tras la máscara que todos nos ponemos ante la
sociedad.
Una de las cosas que consigue dar mucha vivacidad a la historia es el
arca de Noé de los personajes. No se atasca en deprimentes reflexiones y
monólogos.
El mundo de su imaginación fue más real que el insípido mundo de todos los días. pág. 310
Podría parecer que una mujer que pasa meses en la cama
promete ser una auténtico tostón. Nada más lejos de esta ficción. Pues no, con
la caterva de personas que acaban pasando por el dormitorio de Eva como si
fuera una estación de metro en hora punta, el jolgorio y el chiste están
asegurados.
Es impresionante la forma en que una decisión tan privada
puede degenerar en olas expansivas que afectan a tanta gente. Es lo que más me
ha sorprendido, divertido y mantenido en vilo junto a esta mujer perdida en su
interior, rodeada de gente que ni siquiera la conoce tal y como es. ¿Nos alienamos en el roce constante con las demandas artificiales de la sociedad? ¿Es la desconexión de todo ello una forma de intentar conectar con nosotros misnos? Eva podría tener la respuesta, o quizás el desconcertante final nos anime a buscarla por nuestra cuenta.
Muy curiosa, muy extraña, muy interesante, esta novela que se mece entre la reflexión, la locura, el sentido de la vida y cómo lo que creíamos inalterable puede saltar por los aires en cualquier instante.
Muy curiosa, muy extraña, muy interesante, esta novela que se mece entre la reflexión, la locura, el sentido de la vida y cómo lo que creíamos inalterable puede saltar por los aires en cualquier instante.
Ninguna verdad duraba mucho tiempo. Al final, todo terminaba desarmándose. pág. 304
LA MUJER QUE VIVIÓ UN AÑO EN LA CAMA
SUE TOWNSEND
Tapa flexible con
solapas
424 págs.
Humor social
2013
Título original:
The woman who went to bed for a year
Relación
calidad/precio:
20 pellizcos
Algo cara, ¿no?
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¿Debería responder a mi propia pregunta del debate? Me metería en la cama durante mucho tiempo porque... tengo tantos libros por leer que si sigo viviendo fuera de la cama, se los voy a dejar en herencia nuevecitos a mis gatos imaginarios.
cambiando sábanas sin pisar el suelo.