lunes, 25 de junio de 2018

Sueños y adolescencia trágica en Sígueme hasta desaparecer

Queridos arrebatadores, siento apego por las novelas que mezclan los sueños y la realidad. Enseguida me da emoción descubrir una novela juvenil que incluya este tema, por eso os enseño las tres últimas que he podido agrupar en la foto. 

Mi favorita sigue siendo Dreamology, la más intrigante es Sleeper y la más dramática y poética es, sin duda, la que he leído hace poquito y de la que os cuento mi opinión ahora.


SÍGUEME HASTA DESAPARECER, de Brenna Yovanoff, es más complicada de lo que aparenta. No ha sido para nada lo que quería, aunque me ha cautivado por razones muy lejanas a mis expectativas. Os dejo mi reseña en dos versiones: corta y larga, para todos los gustos ;-)

CORTA: Una novela de introspección sobre dos adolescentes aterrados ante la perspectiva de revelar quiénes son en realidad. Los sueños son la excusa para ser sinceros el uno con el otro y enamorarse de una forma poéticamente dolorosa. Si alguna vez has sentido que no mereces amor, leer esta novela podría abrirte los ojos.

LARGA: Es un cocktail de adolescencia insalubre y misterio paranormal. Podría resultar temerariamente prosaica dado la ingente cantidad de páginas dedicadas a las rutinas escolares, las mezquinas jerarquías sociales de chicas en pos de una hollywoodiense popularidad y las asignaturas en las que pueden destacar o fracasar estrepitosamente. Podría etiquetarse de crítica a la subversiva moralidad de los jóvenes que se ahogan en sus propias limitaciones, barnizadas de hipocresía aterrada en el caso de Waverly y de adicción autodestructiva en el de Marshall. 

Ella es un híbrido entre genio y sociópata. Padece de insomnio crónico que le produce una especie de hiperactividad con un exceso de diligencia académica y ejercicio físico tras una fachada de convencionalismo que finge con implacable obsesión. Marshall, en cambio, es un suicida emocional. Entiendo que el dolor ciega, entiendo la aguda sensación de fracaso, pero me cuesta entender que alguien se emborrache hasta ponerse enfermo para tapar los agujeros de una existencia que se desmorona. Aunque cada cual anula realidad que no soporta a su manera.

A este embrollo hormonal al borde del abismo hay que sumarle el toque paranormal. La narración otorga esa atmósfera surrealista del mundo de los sueños al fenómeno que afecta a Waverly y Marshall. Poco a poco, descubren que ella visita al chico en breves accesos fantasmales durante los cuales nadie más que él puede verla y comparten una burbuja de sinceridad, intimidad y descarnada vulnerabilidad en medio de sus problemas. Si todo esto no acaba siendo un pozo de locuras insondables se debe al estilo de la autora. Ferozmente psicoanalítico, mordaz, depresivo y algo desasosegante, incluso con una pizca de poesía oscura.

Por él se atraviesan los episodios de autodestrucción adolescente y rivalidades de diva frívola que en sí mismos pueden ser espejos para quien los esté viviendo. Me ha mantenido atenta esa pluma vieja en un entorno joven. Por supuesto, lo que más me interesaba y la razón original de que quisiera leer este libro es los sueños y la manera en que puedan infiltrarse en la realidad. ¿Pueden cruzarse ambos mundos? ¿Por qué? ¿Y con qué fin?

Novela de introspección donde los sueños se usan de metáfora para ahondar en nuestro miedo a revelar quiénes somos ante los demás con todas sus viciosas y antisociales consecuencias y el hecho de que negarnos a esa revelación puede conducirnos a un dolor auténtico y a desperdiciar la vida. 

Me daba mucha pena cuánto se niega Waverly a sí misma, no cree que merezca ser amada, mientras Marshall se desespera por ella. Llega a ser exasperante. Y entraño y abiertamente disfuncional. Una lectura para los que buscan algo distinto, revulsivo y valiente. ¿Al final son felices y comen perdices? No te lo voy a contar, jajaja, pero quizás valga la pena averiguarlo.


Citas favoritas:
Maquiavelo se quedó prendado de César Borgia porque le fascinaba lo despiadado que era.

Mi hábitat natural se encuentra tan enterrada dentro de mi propia mente que no siempre recuerdo qué expresión debería llevar puesta.

Y a mí sólo se me da bien desear cosas desde una distancia segura.

Nadie pueda salvar a nadie de su propia disfunción.

¿Por qué estar sola da mucho más miedo que ser infeliz?

Él es el faro, los demás son sólo barcos.


DATOS DE
SÍGUEME HASTA DESAPARECER
Autora: Brenna Yovanoff
Edición: Junio, 2018
Tapa flexible con solapas
Places No One Knows,
2016, 376 págs.
Drama juvenil y romance
18 pellizcos (€)



Aunque el drama contemporáneo juvenil no es mi plato favorito, me ha fascinado el estilo narrativo de la autora y su conocimiento del lado oscuro del alma. He desgastado el lápiz subrayando frases :-D ¿Os enamora un estilo especial de algún escritor?

Babel se conmueve con la prosa poética.

3 comentarios:

Margari dijo...

No me atrae en esta ocasión, así que lo dejo pasar.
Besotes!!!

Gonnhe dijo...

¡Hola!
La verdad es que este tipo de novela no es de mi estilo, pero tu reseña ha conseguido captar mi atención. Me alegro de que tú lo hayas disfrutado, quizá algún día le dé una oportunidad y también me encante.
Un abrazo :)

Paseando entre páginas dijo...

Vaya, pues sí que te ha gustado :O
No, y a mí los libros que tratan el tema de los sueños me gustan mucho, lo pensaré.