Arrebatadores, este libro fue amor a primera vista... de
portada. Sencilla y preciosa, pero al mismo tiempo produce desasosiego porque
el vestido tan primoroso está encerrado en una jaula. PERFECTED, de Kate Jarvik Birch, me ha conquistado de una manera suave, aunque permanente.
PERFECTED
YA
300 págs.
¿Os cabe en la cabeza la idea de que una persona pueda ser la
MASCOTA de otra? Increíblemente, el mundo creado por la autora sostiene esta
aberración en la sociedad de los ricos y poderosos. Niñas cuidadosamente
escogidas y genéticamente alteradas son instruidas en criaderos como si fueran
perros de pedigrí. No tienen nombre ni personalidad. Identificadas mediante
números, son aleccionadas en ciertos talentos como la música, el canto, la conversación
trivial o el baile, poniendo especial énfasis en complacer los caprichos de su
futuro dueño. No saben leer ni escribir. Prácticamente se les obliga a olvidar
que pueden pensar por sí mismas, que son personas, que tienen derecho a la
felicidad.
La novela es una dulce, sabia y poética mezcla entre la
trilogía del Jardín Químico y La selección. Con un estilo narrativo delicado
como la protagonista, la historia comienza con el proceso de adopción de una
mascota. Sólo esa palabra produce escalofríos al aplicarla a una persona. Sin
embargo, esta sociedad distópica que, de momento, existe en leves pinceladas,
abraza este fenómeno. Acaba de aprobarse una ley que da rienda suelta a las
adopciones y su mayor defensor es el congresista que acude a las instalaciones
para buscar compañía comprada para su hija pequeña.
Estoy maravillada con esta historia tan original y escrita
con delicadeza y mucha psicología. Es una novela juvenil, no hay duda, por lo
que no hay escenas gráficas de nada, pero la absoluta fealdad de esta
esclavitud enmascarada es tan obvia y contundente en todo momento como las
amenazas veladas que sufren las jóvenes si su comportamiento se aleja un
milímetro de la perfección.
Me ha encantado conocer a la protagonista. No os diré su
nombre, pues la bautiza la familia adoptiva y es un detalle especial. Dentro de
su mente, intenta seguir la educación recibida, pero su nueva vida como mascota
empieza a cambiar sus limitadas experiencias y su forma de comprender el mundo
y quién es ella en él. Os puedo asegurar que, con sutileza y sensibilidad, la
historia crece y profundiza en todos los aspectos de esta situación. Ella
aprende a escuchar su corazón gracias a la presencia del hijo mayor de la
familia. Aquí hay un romance precioso, tierno y liberador. Sin embargo, hay
fuerzas políticas y sociales que empujan la burbuja en la que vive inmersa esta
chica. Su cerebro lavado y su falta de experiencia no son escudos para los
secretos oscuros que se esconden tras las apariencias de la familia. Lejos de
los barrios ricos, la pobreza es reina sobre todas las cosas y existen grupos
clandestinos que luchan contra la injusticia de estas perreras humanas.
La autora se centra en las vivencias de la chica, en su
aprendizaje y maduración emocional ante la crueldad del mundo. Logra enseñarnos
la estructura social, legal y económica de forma muy efectiva a través de las
escenas en las que la protagonista sufre ataques, secuestros, o es víctima de
su condición de mascota. Por ejemplo, la niña la viste como a una muñeca Barbie
y organiza desfiles de moda con una amiga, o el congresista la sitúa sobre su
halda frente a sus amigotes fumadores de puros. Después de todo, no es una
persona. Es un juguete, un objeto que ostentar y codiciar, algo que otorga
prestigio como un coche caro.
Se refleja muy bien el condicionamiento al que ha estado sometida durante su instrucción. Además, siempre me conmueve cuando la música es una pasión para un personaje. Hay momentos bellísimos relacionados con su talento al piano.
Al final, por supuesto, la burbuja estalla y la chica tiene
que tomar una decisión a vida o muerte. La novela termina con drama emocional y
acción, una ruptura de todas las reglas, una metamorfosis interior y la promesa
de una próxima novela, espero.
Babel en su propia jaula.