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lunes, 26 de febrero de 2018

El poder del suspense bélico


Saludos, mis arrebatadores :o) La semana pasada estuve totalmente dedicada a un solo hombre... 

Confieso mi debilidad por los uniformes. Por ese motivo, caí rendida ante las botas militares que comandaban la cubierta del primer libro de esta serie de investigación en tiempos de la segunda guerra mundial. Protagonizada por el capitán Martin Bora del ejército alemán, tiene un golpe de salida bastante efectista. 


Original, imponente, intrigante. He vuelto a dejarme tentar por este joven y experimentado oficial en su nueva (y 4ª) aventura, esta vez sita en París y la Francia ocupada. Bora se mueve con elegancia y controvertidos principios, puesto que contrastan con la rampante vileza de sus coetáneos, por un laberinto de conspiraciones políticas, perseguido metafóricamente por el desfile flotante de los muertos con los que se cruza en sus pesquisas.

Esta clase de libro requiere una lectura concienzuda, ya que el ritmo es lento y los sucesos apelan más al intelecto y la reflexión que a las sensaciones trepidantes. Desde luego, abre los ojos a lo que ha sido Europa en uno de sus momentos más negros. 

Bora es un hombre polifacético que resulta sumamente carismático por sus orígenes aristocráticos, sus virtudes y su sentido del honor entre chacales, aparte de un pedigrí germánico algo colorido. Su atención al detalle conduce sus investigaciones, de lo más peregrinas y peligrosas, a lugares inhóspitos del alma humana, a los que analiza con exhaustiva minuciosidad a la par que trata de respetar su propia conciencia.

LPI realiza un crudo y obsceno retrato de las atrocidades cometidas en época de guerra. Se aprende multitud de cosas sobre la influencia de los conflictos bélicos en la moralidad de los hombres. En términos más específicos de la trama, Bora se enfrenta a varias misiones paralelas que le aprietan desde todos los costados. Se codea con gente poderosa ante la que tiene que andarse con un cuidado de vida o muerte. Me gusta estar metida en su mente mientras valora cómo ajustar su actitud según su interlocutor, los secretos que debe mantener y la peligrosidad de que se sepan sus verdaderas intenciones y creencias. Vive en un tanque de pirañas de sus propios paisanos.

El suspense psicológico de esta novela posee un desarrollo a fuego lento, casi burocrático. Requiere de atención paciente mientras, capa a capa, el protagonista de inflexible moral laboral va desenrollando los apretados nudos de una madeja de infinitas informaciones. Maneja un caso de asesinato y la vigilancia del afamado escritor y también capitán Ernst Jünger  en un embrollado juego de malabares cuya tercera bola es el propio choque de culturas entre el invasor alemán y la Francia ocupada.

A pesar de la lentitud del ritmo y la profunda descripción narrativa, he disfrutado con esa atmósfera cargada de virulencia histórica, la pegajosa superstición de la Bretaña rural, una anécdota curiosa concerniente a un botón y, por supuesto, del carismático capitán Bora, a quien he tenido el placer de conocer mejor. Su psicología entre mojigata y honorable resulta tan interesante como su apego al buen trabajo y su atractivo físico.

Se alcanza el final entre crímenes, venganzas y un aura de negrura bélica que asoló Europa como la sombra de un ave de rapiña. La ficción y la realidad de mezclan con certera inteligencia en esta nueva aventura de Bora. Desde luego, siempre remueve la conciencia y eso ya es una recomendación.

Citas favoritas:
Siempre acaban enviando a alguien a limpiar la porquería de otros.

Hay algo de inquietante en un proceso de curación que queda interrumpido por la muerte.

Qué más daba que la muerte la produjese una fuerza bruta e irracional o unas manos educadas para tocar el piano de cola.

Debimos reconocer al diablo cuando nos contrató.

Le resultaba difícil desprenderse de sus objetos personales, ya que era un tanto reservado por naturaleza y muy protector de su espacio.

Llevaba grabado el sabor de la tierra bajo los dientes, boca abajo en el suelo. Era el sabor de romper reglas y de los ideales en peligro de extinción.

La mayor parte del tiempo soy un borracho con un alto desempeño.

Entre conocer a alguien y coquetear con esa persona hay margen de maniobra.

El mismo cerebro que elabora monumentos a la lógica puede jugarnos malas pasadas y engendrar monstruos. 

La vida es como una isla en un mar de muerte.



DATOS DE
LOS PEQUEÑOS INCENDIOS
Autora: Ben Pastor
Edición: Enero, 2018
Tapa flexible con solapas
The Little Fires,
2016, 470 págs.
Novela negra bélica
Serie de tramas independientes:
1. Lumen
2. Cielo de plomo
3. El camino a Ítaca
4. Los pequeños incendios
19,50 pellizcos (€)



Esta semana galopamos a medias entre dos meses, una sensación rara, ¿no? :o) En cualquier caso, os deseo muy felices horas literarias.

Babel sacando brillo a las botas de Bora (sin segundas intenciones).

martes, 19 de marzo de 2013

Novela negra: Lumen, o la luz de la verdad


Cold, Cold Ground, de Adrian McKinty, y Lumen, de Ben Pastor, inauguran la nueva colección de novela negra de la editorial Alianza. Prometen ser la semilla de una nueva generación de libros con tramas profundamente enraizadas en su entorno social y político, donde la investigación criminal se torna en consecuencia del ambiente. Yo no he tenido ninguna duda en empezar por LUMEN

Es 1939. Tan sólo el comienzo de la segunda guerra mundial. En rasgos generales, sabemos lo que nos espera hasta el 45. La persecución, la tortura, la batalla, nos abruman con el peso de una losa en la conciencia.

Lo primero que me llamó la atención de este thriller es el inusual marco histórico en el que se desarrolla. Quien decida leerlo, está firmando un pacto no sólo con una investigación criminal al uso o el seguimiento de pistas con astucia de sabueso, sino que debe estar dispuesto a traspasar el ambiguo umbral del morbo. Si hay novela negra, bien podemos tildar este episodio en particular de historia negra. En Lumen, nos damos de bruces contra la Polonia invadida, saqueada de sus tesoros, violados los derechos y la libertad de su pueblo, aún crédulo de que todo no puede ser tan malo como llegará a ser. Y en medio de la conquista y el desprecio étnico, aún debemos afrontar un desafío mayor, un pacto aún más insidioso y turbio que la propia situación de caos bélico. El protagonista, e investigador del asesinato de una abadesa considerada santa, es un oficial del ejército alemán.

Todo un riesgo narrativo. Para la autora, pues hay una mujer velada tras el nombre de Ben Pastor, puede haber supuesto un salto de fe, valga la analogía. Quizás una apuesta atrevida, pero calculada también. Originalidad no le falta, ni audacia. ¿Sería ésa su baza distintiva para desligarse del engordado mercado de la novela negra? Y nada menos que un capitán, para nada tonto ni ñoño. Mucho menos, compasivo en exceso ni paradigma de honor universal a prueba de patria, etnia o contexto histórico. Es justo un producto estrella de su generación. El perfecto alemán, el perfecto soldado, el perfecto hombre culto, decidido y disciplinado. A quien le toca servir en Cracovia y discernir al culpable del macabro asesinato de una monja con estigmas. ¿Esa exacerbada connotación religiosa sirve de contrapunto a la frialdad germana? Se nos plantea un acertijo digno de Monsieur Poirot en este misterio fanático-militar. Sin embargo, el gran enigma, el gran laberinto psicológico en el que nos internamos, no sin algo de trepidación, es la mente del capitán Martin Bora.

Alemán, soldado, enemigo implacable. La pregunta es si podremos soportar caminar en sus botas relucientes y si, al hacerlo, avistaremos un alma a la que comprender.

No sabe nada de mi educación, Padre Malecki, y mi educación no tiene nada que ver con las cosas que tengo que hacer. pág. 47
El avance de la trama se hace muy pausadamente, aunque mientras tanto es patente el vívido retrato de la situación social creada por la invasión alemana. Los tejemanejes y viles alianzas de los poderes alemán y ruso, la resistencia polaca en el campo y en las callejuelas de Cracovia. Me ha resultado intrigante observar las preocupaciones del alto mando alemán que incluyen el intenso interés por la procreación y sus fines raciales y bélicos. La mentalidad de los alemanes en aquella época resulta chocante. A medida que transcurre la novela, los personajes se perfilan, adquieren vida. Las conversaciones entre el padre Malecki y el capitán Bora se tornan cada vez más interesantes, más íntimas. El sacerdote americano investiga por su parte la muerte de la abadesa y establece unos extraños vínculos con el oficial.

Todos somos débiles. Lo que varía es dónde se encuentra el límite de nuestras fuerzas, eso es todo. pág. 354
Con su estilo conciso y totalmente desapasionado, la autora crea una red tupida de relaciones y misterio. Plantea algunas cuestiones escalofriantes que ponen en jaque a Bora. Y, aunque en ocasiones el ritmo se haga lento, vale la pena perseverar por dos razones: descubrir si el protagonista es algo más que un soldado racialmente puro y resolver los dos misterios que corren a la par.



LUMEN
BEN PASTOR
Tapa flexible con solapas
403 págs.
Novela negra
2013
Relación calidad/precio:
17 euros
Muy asequible





Otras portadas, siendo la más provocativa la que aúna dos tipos de cruces.



Lo recomiendo a cualquier amante de la novela negra, del contexto histórico y a los que sientan el deseo de comenzar en el género con un libro singular. Conocer la trayectoria del capitán a lo largo de la colección de sus aventuras será, sin duda, muy instructivo.



reflexiva.