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viernes, 16 de marzo de 2012

Sin un pelo de tonta



¿Qué le voy a hacer? Sí, yo también leo a Megan Maxwell, jajajaja, lo admito y me gusta. Fue un beso tonto es el segundo libro que leo de esta autora española. Con suerte, no será el último ;o).

Desenfadada, casera, muy de barrio y actual. Por fin le he pillado el truco a Megan Maxwell: chica todoterreno que no se arredra ante las bofetadas de la vida conoce a chico guaperas y “príncipe azul” disfrazado de tío para ligoteo. Empieza un tira y afloja, subrayado por escenas de DOS ROMBOS, hasta que prende la llamarada del amor y esto es ARDE, TROYA.


Dos inspectoras de policía, mujeres independientes y con un desparpajo que pararía a un camión patinando en una carretera helada, se mueven por los barrios más inestables de Madrid con una pistola como complemento de moda. Este trabajo provoca a lo largo de la novela numerosas escenas de tensión, además de acción, entre los tortolitos que se conocen de la manera más tonta: un beso de salvamento. Aunque no os diré en qué circunstancias porque tiene su gracia descubrirlo por una misma. Olga Ramos y Clara Viñuelas son las inspectoras con un espíritu de “viva la vida y a mí no me toques las narices”. Cuando conocen a los doctores Alexandro O’connor y Oscar Butler, sus hormonas entran en ebullición. No planean nada más serio, aunque el destino les va a desbaratar los planes a estos cuatro. 

A su lado, brinca un plantel de personajes tan protagonistas como ellos: las hermanas de O’connor van a tener su historia de fondo y, por favor, una mención especial para la abuela y la vecina de Olga: son la repanocha. De nuevo en esta novela, la autora nos trae una pareja alternativa a la protagonista. Sus peleas verbales antes de claudicar a la llamada de la selva hormonal me resultan de lo más atractivas. No sé por qué pero me encanta la segunda pareja (yupi).

ESCENAS FAVORITAS
Los perros y su bautizo televisivo
La escena romántica en la librería

Me ha recordado mucho a Las ranas también se enamoran, en cuanto a personajes y línea de trama, pero aún así guarda su propia personalidad. Aparte, hay tal cantidad de escenarios molones, divertidos y positivos que la novela se come de una zampada.

Refrescante y adictiva, perfecta para momentos de bajón moral en los que necesites reír y volver a creer en la vida.

Pg. 119:
-Los hombres son como los cuartos de baño, o son una mierda o están ocupados.
-Uisss… qué buena conclusión –rio Clara-. Pero mira, yo tengo otra.
-A ver… ilumíname con tu saber.
-Los hombres que se visten bien, se desvisten mejor.


Es un compendio de frases desternillantes y situaciones estrambóticas. Os advierto, eso sí, de que la autora tiene un estilo narrativo poco ortodoxo y muy libre con la jerga vulgar. Si a alguien no le apetece, es libre de darse la vuelta, pero se va a perder un buen rato. Yo no pienso resistirme más ;o).

El EFECTO MEGAN MAXWELL
Leyendo estos libros pasan dos cosas:
1 quieres encontrar a un tío como los que Megan pinta en sus libros
2 te apetece soltarle unas frescas al mundo al estilo Megan: lenguaje bárbaro y con ritmo

Nunca había leído nada tan chispeante como el estilo narrativo de MM. Te mondas, te alegras el día y además es bueno para la salud. Megan, que te dure el ingenio hilarante mucho tiempo porque soy tu fan hasta el fin de las páginas.


FUE UN BESO TONTO
Megan Maxwell
romántica contemporánea
438 páginas
editorial Versátil
tapa blanda con solapas
año 2010
18,50 pellizcos
prestado por Blog Book Tour



encantada de la vida gracias a MM.