Me parece que me he hecho adicta a las lecturas conjuntas ;o)
De nuevo apuntada, lo he hecho con mucho ánimo pues esta novela me apetecía
bastante. Gracias a Sarah Degel por organizar la lectura en su blog Yo soy Bibliófila.
POD, de Stephen Wallenfels, es una novela de invasión
extraterrestre, sin extraterrestres. Una contradicción, lo sé, pero es
precisamente ese punto el que convierte esta historia en una lectura tan
absorbente.
Porque se trata de personas sometidas al límite de su
supervivencia.
Imagina que una horda de naves espaciales conquista los
cielos del planeta. En medio del caos y el terror, rayos de energía volatilizan
a todos los que estén en las calles o se atrevan a salir de sus casas. Después
de unas horas, no quedará nadie a la intemperie. Nadie transitará su ciudad o
irá al parque. Nadie podrá ir a hacer la compra, a trabajar, al colegio, a por
suministros o medicinas o agua. Donde te haya pillado la invasión, allí tendrás
que permanecer hasta que... ¿se marchen? ¿El gobierno les venza? ¿Te rescaten?
Si es que sucede alguna vez.
En esa situación imposible conocemos a Megs y Josh. Una niña
que acaba encerrada en un coche en un aparcamiento de varios pisos, sola, sin
alimento ni agua. Su madre se ha marchado justo antes de la invasión de bolas
celestiales.
Un adolescente que vive la invasión en su casa, con un padre
al que no comprende y una madre desaparecida. Horas sin fin para pensar en lo
que ha visto desde la ventana, en lo que sucederá cuando se les acabe la comida
o en si vale la pena alimentar a su perro.
mola, ¿eh?
El autor alterna capítulos desde la perspectiva de cada uno
de ellos. Puedes sentirlos en tu piel sin problemas. Es una historia juvenil,
pero un tema duro. Aplastante. Crea una angustia en la boca del estómago que va
creciendo lentamente, pero nunca se marcha. ¿Cuántas cosas pueden ir mal cuando
estás aislado a merced de un poder extraterrestre del que no sabes nada? Lo
vamos descubriendo con cada capítulo en el que comprobamos que el mal anida en
muchos sitios y no todos están a años luz de la Tierra. La decadencia de lo que consideramos seguro, la pérdida paulatina de la civilización por parte de tus vecinos.
Este libro está lleno de ternura y de infinita crudeza. Quizá
ambos vayan unidos de la mano. Dos emociones opuestas que se imbuyen fuerza
entre sí. La atmósfera te captura en una red de soledad, muerte, miedo,
aprensión, desesperanza... un cepo que se cierra en torno al espíritu y
aprieta. Aprieta hasta que olvidas respirar.
La relación de Josh y su padre es un ejemplo magnífico del
valor de la historia: dos formas de expresar el miedo y la inseguridad. En
medio del conflicto, el perro Dutch. En serio, hay momentos increíbles.
Si sientes la necesidad
de proferir improperios delante de mí, por favor, elige una palabra distinta.
-¿Distinta? ¿Cuál? ¿Jamón?
-Te sugiero puñetas.
-¿Puñetas?
-Lo prefiero.
Papá mira su plato y
coge con el tenedor lo que queda de huevo. Nos invaden, la vida, tal como la
conocemos, se va a acabar y él se estresa por mi vocabulario.
Ternura versus crueldad
humor rebelde versus angustia
Megs sufre lo indecible en su cruzada en solitario. Su
valentía es proverbial y me ha encantado compartir todas sus vicisitudes, ¡aunque vaya sufrimiento!
Trama: tensa, atmosférica, dulce, cruel
Personajes: combo perfecto
Escritura: en primera persona, rápida, de humor irónico
Balance: no hay contacto extraterrestre, pero la historia
humana es impresionante
POD
307 pgs.
17 pellizcos
2012
Tapa flexible con
solapas
Ciencia-ficción
ligera
|
Está trabajando en la secuela, lo cual es una buena noticia
:o)
¿A que lo habéis leído? Síiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
con pistola de rayos laser.