Cuando veo novedades, siempre me encandilo por algún que otro
libro romántico-histórico, así que no fue una excepción que Bajo las estrellas,
de Ana Iturgaiz, tomara el camino directo a mi corazoncito. Viene avalado por
la recomendación que supone haber quedado como finalista del premio Vergara- El
Rincón de la Novela Romántica. No me extraña en absoluto tras la lectura de
libro.
Navarra, 1296. La pequeña Margheritte,
hija de un orfebre, escucha junto a otro niño, Gabriel, una extraña
conversación que ninguno de los dos comprende. Once años más tarde, Margheritte se ha quedado
sola y, tras descubrir que tiene familia en Francia,
decide reunirse con ella llevando consigo lo único que posee: una tablilla
esmaltada y un anillo de plata que habían sido de su padre. Pero alguien muy
poderoso está tratando de hacerse con esas joyas…
Gabriel, que se busca la vida como puede,
es perseguido
por la Guardia Real por defender a unos monjes que han sido
detenidos por orden del infante de Francia, recién coronado rey de Navarra.
Es entonces cuando sus destinos
vuelven a cruzarse. Juntos emprenderán la huida y se verán envueltos en una trama
repleta de peligros que cambiará sus vidas para siempre.
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Gracias a una narración impecable, me he acercado a un periodo
desconocido para mí, puesto que la autora refleja nítidamente el siglo XIII en
Navarra con profusión de descripciones sobre las costumbres de las gentes y su
forma de vida. Entre otras cosas, me ha sido grato conocer que se podía
encargar la tarea de alimentar a un pobre durante cuarenta días en honor a un
difunto (página 324). Cuenta con muchos detalles que aportan riqueza a la
ambientación, no ya de cortes y reyes, sino de la vida diaria de la población,
algo que a mí personalmente me apasiona.
Escrita con ligereza y firme estilo narrativo, la historia de
Gabriel y Margheritte encierra grandes
aventuras. Desde jovenzuelos, cuando
espiaron juntos una conversación secreta entre el padre de Mar y el hombre del
que Gabriel es escudero, se ha creado un vínculo entre ellos. No será hasta que
vuelvan a verse ya de adultos que la conspiración latente tras una tablilla
esmaltada desatará persecuciones, ataques, engaños, pruebas de valor y honor, y
una pasión entre Mar y Gabriel que cambiará el curso de la historia.
He mantenido el interés por esta historia de forma constante.
Cuenta con un ritmo ágil en medio de las descripciones puesto que el estilo es
agradable, los personajes son muy reconocibles y los diálogos atractivos. Los
acontecimientos se suceden de forma enérgica, tanto los relacionados con la
trama de acción como con la evolución del romance. Unos y otros se cruzan sin
cesar, salpicando a personajes nuevos que surgen a lo largo de toda la trama a
los que enlaza en ella, creando un argumento más desarrollado.
Existe un tira y afloja estimulante entre los protagonistas
amorosos. Se atraen, el nexo entre ellos desde aquel momento en la infancia es
poderoso. Sin embargo, sus vidas son tan dispares que les separan
continuamente, para nuestra frustración. Ambos tienen caracteres similares. Han
crecido en ambientes restringidos. Él, a las órdenes de los monjes, educándose
y trabajando a brazo partido. Ella ha vivido en una aldea, arropada por vecinos
y su padre, el orfebre. Unas vidas que han despertado ansias de libertad en
ellos. Mientras Gabriel no tiene dueño y se gana la vida donde quiere y como
puede, Mar anhela ver mundo pero no se atreve. Ni siquiera saber ciertas cosas
que para Gabriel son básicas. Quizás sean las diferencias lo que representa
para cada uno ese lugar que ansían visitar. Sin embargo, los poderes del mundo
exterior están fraguando antiguas maquinaciones. Cuando los protagonistas
cruzan sus destinos de nuevo, descubrirán que han de salvar temibles obstáculos
si pretenden ganar la libertad y el derecho a amar.
En cuanto a Gabriel, puedo decir que está para mojar pan de
guapetón, pero el chico tiene sus defectillos que van a dejar a Mar en un
"mar de dudas". Aunque cuando las cosas se ponen crudas, ahí está él
para demostrar que sigue siendo el héroe con el que todas soñamos ;o). El único
detalle que no me ha convencido del todo es que la pareja se enamore hasta la
médula en el plazo de una semana.
Siempre me fijo en la capacidad de los autores de crear
metáforas y símiles inusuales o ingeniosos. En esta novela he encontrado
algunas metáforas que me han hecho sonreír o asentir de puro acuerdo. Creo que
la autora tiene un estilo descriptivo muy natural y rico.
-- Una gran aventura repleta de vicisitudes,
guiños románticos y
personajes atractivos,
bien hilada con una conspiración de fondo. --
Ana Iturgaiz
(Ediciones B)
380 páginas
2012
tapa flexible con
solapas
romántica de época
16 pellizcos
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Estoy satisfecha con la lectura. Entretenida,
ilustrativa, romántica y variada. ¿Cuál es vuestra opinión, arrebatadores? :o)
contemplando el horizonte desde las almenas del castillo.