Paseando por una web, pasé un ratito curioseando novedades literarias. Así fue cómo me topé con LA HIJA DE LA SERPIENTE, de Evelyne Okonnek.
Esta autora alemana creció en la Selva Negra, una región que ya de por sí evoca historias para ejercitar la imaginación. Parece una mujer versátil. Compagina la escritura con la pintura y el dibujo, por lo que su vena artística debe estar muy marcada, y aprovechada! Y no sólo eso, también le apasionan la fotografía, el teatro, el diseño de joyas y el tiro con arco. Jajaja, yo quiero ser esta mujer.
Me ha resultado entrañable que, de pequeñaja, Evelyne imaginara continuaciones para los libros que solía leer. Naturalmente, de mayor se planteó llevar el sueño a un plano más terrenal. De modo que se tomó un año sabático. Resultado: una obra en tres meses y el premio Wolfgan Hohlbein a la mejor novela juvenil de fantasía.
No está mal, ¿no?
La novela está dividida en tres partes:
EL PRÍNCIPE CUERVO
EL GUERRERO DEL INVIERNO
EL REY DE LOS NABOS
¿A que parecen títulos de fábulas? Sí, y esto mismo le otorga un sabor muy peculiar a cuento.
Nos sumergimos en un mundo que ha renunciado a las guerras y el odio. Tras pactar, los pueblos se someten a la protección y guía de la Guardiana quien, bajo la potestad de la Serpiente Blanca, esgrime poderes de curación, paz y fecundidad.
LA PORTADA ALEMANA ES IMPRESIONANTE
Sin embargo, la tierra de Lehanâr ha perdido a su Guardiana. En un fatal accidente, ella y su marido perecen, dejando huérfanos a dos niños.
Ésta es la historia de dos hermanos,
unidos por un destino,
separados por la ambición más retorcida.
Lîahnee es una joven pusilánime, corroída por las dudas y la inseguridad. A lo que se suma la total dependencia que la une a su hermano mayor. Ni su magia hereditaria por línea materna parece responder a sus requerimientos. En cambio, es Minohem quien logra siempre cumplir con los rituales que su posición exige de ella. Esa mentira, esa impostura, carcomen a la joven.
Hasta que la verdadera prueba de fuego, el día en que se convierte en la Guardiana oficialmente, la obliga a enfrentarse a la Serpiente Blanca. ¿Usará su poder o volverá su hermano a sustituirla secretamente frente a todo su pueblo?
En esa coyuntura, Lîahnee confronta de nuevo el fracaso. Sin embargo, su hermano cambia desde entonces. Nunca ha sido cariñoso, todo lo contrario. Le podían la impaciencia y el desprecio.
Desde ese día, se encierra en una torre negra, rodeado por los libros que sus padres le prohibieron siendo aún niño. Allí fragua el negro futuro de su pueblo... y de Lîahnee.
No quiero contar más de la trama por una razón.
El libro está escrito de forma amena y sencilla, pero son las sorpresas, los giros de la trama, lo que suben la cota del entretenimiento. Me gustó mucho ir descubriendo poco a poco los zigzags que ejecutaba la imaginación de la autora.
Es un libro perfecto para jóvenes amantes de la fantasía. No hay mucha descripción en la primera parte, lo que algunos agradecerán y otros echarán de menos. Aunque hay suficientes menciones curiosas (pájaros de plata, transformaciones animales) a lo largo de la historia para encumbrarla.
En la segunda parte, la que surge de las cenizas de la primera, es un total cambio de registro. No me lo esperaba y me conquistó.
La protagonista sufre (y digo SUFRE) un (calvario) viaje de descubrimiento personal. Se enfrentará a sus terrores, a sus inhibiciones, a pérdidas dramáticas y a todos los monstruos que su hermano arroja sobre la tierra en su afán ciego por el poder (pobrecillo, así comprenderá cómo se sienten las mujeres que son rebajadas a meros secundarios por lo que no bascula entre sus patas).
En cuanto a la parte romántica, he de confesar que sí. Hay un trío. Jajaja. Bueno, hay un triángulo amoroso. El primer amor y el amor maduro. Y ahí llego al final, pues me ha provocado una doble reacción.
Hay dos finales: uno, la conclusión del conflicto de poder y la relación entre los hermanos. Dos, el que trata de hilar los harapos emocionales de Lîahnee. He ahí mi desconcierto. Ha sido muy maduro, a mi parecer. Redondo. Marcado por la pérdida de varios personajes a distintos niveles. Y luego… ay, qué pena. ¿Terminamos así? ¿Pero hay continuación o es que me clavas la daga de la desolación sin más?
En fin.
Y digo fin porque esto es todo. Lectura agradable y momentos especiales.
LA HIJA DE LA SERPIENTE Evelyne Okonnek 344 pgs. Publicado en 2009 Título original: Die Tochter der Schlange Tapa dura color negra Sobrecubierta con brillo 18 pellizcos Ejemplar cedido amablemente por la editorial para su reseña |
Aunque aún no se han publicado en España, Evelyne ha escrito en 2007 El Enigma del Dragón, y 2010, Las Llamas de las Tinieblas. Todas de fantasía.
Aquí os dejo un vídeo, para los que entiendan alemán o simplemente quieran disfrutar de la música :-)