miércoles, 29 de junio de 2011

LA HIJA DE LA SERPIENTE por Evelyne Okonnek

Paseando por una web, pasé un ratito curioseando novedades literarias. Así fue cómo me topé con LA HIJA DE LA SERPIENTE, de Evelyne Okonnek.

Esta autora alemana creció en la Selva Negra, una región que ya de por sí evoca historias para ejercitar la imaginación. Parece una mujer versátil. Compagina la escritura con la pintura y el dibujo, por lo que su vena artística debe estar muy marcada, y aprovechada! Y no sólo eso, también le apasionan la fotografía, el teatro, el diseño de joyas y el tiro con arco. Jajaja, yo quiero ser esta mujer.

Me ha resultado entrañable que, de pequeñaja, Evelyne imaginara continuaciones para los libros que solía leer. Naturalmente, de mayor se planteó llevar el sueño a un plano más terrenal.  De modo que se tomó un año sabático. Resultado: una obra en tres meses y el premio Wolfgan Hohlbein a la mejor novela juvenil de fantasía.

No está mal, ¿no?


La novela está dividida en tres partes:

EL PRÍNCIPE CUERVO
EL GUERRERO DEL INVIERNO
EL REY DE LOS NABOS

¿A que parecen títulos de fábulas? Sí, y esto mismo le otorga un sabor muy peculiar a cuento.


Nos sumergimos en un mundo que ha renunciado a las guerras y el odio. Tras pactar, los pueblos se someten a la protección y guía de la Guardiana quien, bajo la potestad de la Serpiente Blanca, esgrime poderes de curación, paz y fecundidad.

LA PORTADA ALEMANA ES IMPRESIONANTE

Sin embargo, la tierra de Lehanâr ha perdido a su Guardiana. En un fatal accidente, ella y su marido perecen, dejando huérfanos a dos niños.

Ésta es la historia de dos hermanos,
unidos por un destino,
separados por la ambición más retorcida.


Lîahnee es una joven pusilánime, corroída por las dudas y la inseguridad. A lo que se suma la total dependencia que la une a su hermano mayor. Ni su magia hereditaria por línea materna parece responder a sus requerimientos. En cambio, es Minohem quien logra siempre cumplir con los rituales que su posición exige de ella. Esa mentira, esa impostura, carcomen a la joven. 

Hasta que la verdadera prueba de fuego, el día en que se convierte en la Guardiana oficialmente, la obliga a enfrentarse a la Serpiente Blanca. ¿Usará su poder o volverá su hermano a sustituirla secretamente frente a todo su pueblo?


En esa coyuntura, Lîahnee confronta de nuevo el fracaso. Sin embargo, su hermano cambia desde entonces. Nunca ha sido cariñoso, todo lo contrario. Le podían la impaciencia y el desprecio.

Desde ese día, se encierra en una torre negra, rodeado por los libros que sus padres le prohibieron siendo aún niño. Allí fragua el negro futuro de su pueblo... y de Lîahnee.



No quiero contar más de la trama por una razón. 

El libro está escrito de forma amena y sencilla, pero son las sorpresas, los giros de la trama, lo que suben la cota del entretenimiento. Me gustó mucho ir descubriendo poco a poco los zigzags que ejecutaba la imaginación de la autora.

Es un libro perfecto para jóvenes amantes de la fantasía. No hay mucha descripción en la primera parte, lo que algunos agradecerán y otros echarán de menos. Aunque hay suficientes menciones curiosas (pájaros de plata, transformaciones animales) a lo largo de la historia para encumbrarla.

En la segunda parte, la que surge de las cenizas de la primera, es un total cambio de registro. No me lo esperaba y me conquistó.

La protagonista sufre (y digo SUFRE) un (calvario) viaje de descubrimiento personal. Se enfrentará a sus terrores, a sus inhibiciones, a pérdidas dramáticas y a todos los monstruos que su hermano arroja sobre la tierra en su afán ciego por el poder (pobrecillo, así comprenderá cómo se sienten las mujeres que son rebajadas a meros secundarios por lo que no bascula entre sus patas).


En cuanto a la parte romántica, he de confesar que sí. Hay un trío. Jajaja. Bueno, hay un triángulo amoroso. El primer amor y el amor maduro. Y ahí llego al final, pues me ha provocado una doble reacción. 

Hay dos finales: uno, la conclusión del conflicto de poder y la relación entre los hermanos. Dos, el que trata de hilar los harapos emocionales de Lîahnee. He ahí mi desconcierto. Ha sido muy maduro, a mi parecer. Redondo. Marcado por la pérdida de varios personajes a distintos niveles. Y luego… ay, qué pena. ¿Terminamos así? ¿Pero hay continuación o es que me clavas la daga de la desolación sin más?

En fin.

Y digo fin porque esto es todo. Lectura agradable y momentos especiales.






LA HIJA DE LA SERPIENTE
Evelyne Okonnek
344 pgs.
Publicado en 2009
Título original: Die Tochter der Schlange
Tapa dura color negra
Sobrecubierta con brillo
18 pellizcos
Ejemplar cedido amablemente
 por la editorial para su reseña



Aunque aún no se han publicado en España, Evelyne ha escrito en 2007 El Enigma del Dragón, y 2010, Las Llamas de las Tinieblas. Todas de fantasía.

Aquí os dejo un vídeo, para los que entiendan alemán o simplemente quieran disfrutar de la música :-)



Babel serpentina.

8 comentarios:

~Lectora Voraz~ dijo...

¿Para jóvenes amantes de la fantasía? ¡Esa soy yo! Apunto el título YA.

Besotes ^^

P.D. Me encanta la portada alemana.

Nidale dijo...

Tiene buena pinta, aunque eso de que tenga dos finales, no me gusta demasiado.
Me encantan los libros de fantasía y la portada es preciosa.

Mr. Sandman dijo...

Me gusta tu blog, desde ahora te sigo. Espero que tengas mucha suerte en esta aventura de tener un blog. Nos leemos.

Talismán Dreams dijo...

Ni idea de estos libros tenía O_o peor no tienen mala pinta.

Gracia spor la info guapa!! Un Besote!!

Galtzagorri dijo...

¡Tiene muy, muy, muy buena pinta! Lo apunto en mi lista de deseos. Espero que lo saquen en edición de bolsillo, porque si no, me va a ser difícil comprarlo :(

Mi rincón de los sueños dijo...

No tenia ni idea de estos libros, aunque no se si son demasiado fantásticos para mí, pero lo probaré seguramente jaja

Te sigo ok? Si puedes pasate por mi blog :D

Eilonwy dijo...

Lo pondré en la lista de búsqueda y captura a ver que tal. Desde luego, tiene muy buena pinta :)

Natalia dijo...

Caray,que buena pinta tiene esta novela.Voy a hacerme un listado de libros interesantes.Un beso Natalia