jueves, 31 de octubre de 2013

¿Te gusta Halloween?


hoy.es.halloween.


¿Qué puedo decir? Fiesta, disfraces, comida, diversión, terror... ingredientes esenciales en la dieta de Babel ;o) A mí sí me gusta, y las razones son porque

nos disfrazamos



comemos



gamberreamos



leemos



blogueamos

Lectura Conjunta:
Silvia ha leído y reseñado El don del lobo, de Anne Rice

Janet Gaspar ha leído y reseñado Harry Potter 2
Entrevista con el vampiro y Harry Potter 3.

Ludymila ha leído y reseñado Shadow's Claim

Sesión de terror: 

Y mis arrebatadores, ¿qué pensáis? ¿Por qué os gusta Halloween? ¿Por qué no?

Babel de color naranja.

miércoles, 30 de octubre de 2013

La era de Drácula: vampiros al poder

Estos días me han acompañado los vampiros más brutales
como parte de la lectura conjunta del mes de octubre: Orgía Paranormal.
Ha sido un viaje atípico, pero muy interesante.


LA ERA DE DRÁCULA - KIM NEWMAN - 314 páginas - editorial Alamut - año de publicación 2010 en español, 1992 en inglés como Anno Dracula - tapa flexible con solapas - género terror vampírico historia alternativa 

Con una de esas portadas deslumbrantes típicas de Alejandro Colucci, esta novela cayó en mis manos hace un par de años. No ha sido hasta ahora, durante la lectura conjunta Orgía paranormal en octubre, que he podido por fin degustar su grotesco, originalísimo e inteligente bouquet sólo apto para los paladares más sibaritas.

Yo diría que es un vino de pausada degustación. Al principio, se nota denso y caótico, pero a medida que el mundo creado por Newman a partir de la obra de Bram Stoker va solidificándose en la mente sorprendida del lector, la trama se torna tan adictiva como bien orquestada.

Van Helsing y compañía fracasaron. Bram Stoker contó acontecimientos reales, pero falló en el intento de erradicar la plaga vampírica. Ahora, en un mundo que propone una historia alternativa, Londres es víctima de una nueva moda: los aristócratas ansían la inmortalidad. Drácula reina supremo como consorte junto a una rejuvenecida Victoria. Su casta se vierte en las casas de más rancio abolengo y el gobierno ejecuta a los rebeldes con empalamientos sumarísimos. Sin embargo, el poder de la sangre sufre reveses que no se habían anticipado. Otra casta de vampiros, descendientes de inmortales distintos a Drácula, campa libre por Inglaterra. A sus ojos, los hijos del transilvano son portadores de terribles lacras. En los barrios más sórdidos de Londres, la prostitución toma un cariz aún más lóbrego. Sexo y conversión por un módico precio. A menos que el temido Cuchillo de Plata te encuentre en un rincón, te destripe y acabe con la promesa de vida eterna sobre los fríos adoquines.

Desde luego, me ha asombrado el intrincado tapiz que teje Newman mediante la política xenófoba de inmortales y cálidos, el club Diógenes a la sombra de la conspiración, el infame Jack el destripador haciendo de las suyas con un giro adaptado a las circunstancias, y la reflexión casi realista sobre las consecuencias de una hegemonía vampírica. Hay multitud de personajes que reflejan cada una de estas posiciones morales y políticas. Además, surgen menciones más o menos protagonistas de elementos que ya reconocemos como Jeckyll, Seward, Lucy, Renfield, Mina, o las omnipresentes calles de Londres, como Whitechapel. Mientras la investigación criminal guía los pasos de la vampira Genevieve y el enviado del club Beauregard, somos testigos de la crueldad física y psicológica que está devorando la ciudad. Asesinatos cruentos, niñas cuya sangre es vendida en la calle, mercenarios sobrenaturales, enfermedades y deformidades que afectan a los conversos. En mi opinión, ha sido una lectura formidable dentro del género, a la que suma un toque de sátira política y humana de enorme potencial. Y ese final es pura dinamita.

Web del Autor


Y mis arrebatadores, ¿qué pensáis? ¿Os siguen seduciendo los vampiros?

Babel con dientes de repuesto.

martes, 29 de octubre de 2013

Sesión de terror: The Nosferatu Scroll


Octubre, mes del terror por antonomasia, está llegando a su agónico fin y, con él, nuestras sesiones de reseñas, artículos y lecturas que dan escalofríos.

Hoy os traigo por última vez un artículo de manos del autor James Becker. Como buen escritor, tiene varios pseudónimos y novelas de distinta índole. Yo le conocí gracias a The Nosferatu Scroll, cuya soberbia edición me conquistó tanto como su premisa tan apasionante.

Reseña


THE NOSFERATU SCROLL - JAMES BECKER - 466 páginas - inglés - editorial Bantam Books - año de publicación 2011 - tapa flexible sin solapas

En 1741, el cadáver de la princesa Eleonora von Schwarzenberg es enterrado mediante un ritual macabro en Bohemia. Durante unas vacaciones en Venecia, en la época actual, Chris y Angela hacen un descubrimiento en apariencia inocuo, aunque perturbador. Entre los escombros de un antiguo ataúd, Angela desentierra un diario escrito en latín. No puede evitar la tentación de resguardarlo del vandalismo o la ignorancia, su trabajo en el British Museum le permitirá desentrañar algunos de sus secretos mientras valora su repercusión. Mientras tanto, el instinto policial de Chris entra en acción cuando las misteriosas desapariciones de mujeres jóvenes en Venecia cobran un cariz mucho más siniestro. Cadáveres torturados. Signos de abusos sin sentido. O quizás el diario de tapas negras pueda arrojar una luz reveladora. Si es que los terribles poderes ocultos en la noche veneciana dejan con vida a Chris y Angela.

Me pirro por las historias donde priman los secretos olvidados en el pasado, los poderes paranormales, los libros con aire malvado y la acción a vida o muerte. No todos los libros son best-sellers o best-written, pero muchos son entretenidos a rabiar. Esta historia me llamaba en especial por incluir el tema de los vampiros. Los vampiros malos, eso sí. Aquí no hay nadie sexy con los labios suaves y fríos. Aquí se mata sin remordimientos. Pero no es un libro sobre vampiros per se. Se trata más bien de una investigación a doble escala: por un lado, desciframos junto a Angela los entresijos de un diario escrito en latín; por otro lado, tenemos a Chris, el tío experto, usando sus conocimientos policiales para perseguir a los asesinos anónimos que aterrorizan la noche veneciana.

Al principio, me desanimó el estilo del escritor cuando sus protas dialogan. Parecen dos robots intercambiando datos. Falta emoción, complicidad. Después de todo, están casados. Aunque compensa ampliamente por dos motivos. Incluye temas muy escabrosos -secuestro, tortura, violación- que disparan la adrenalina. Además, alterna capítulos breves con las escenas de varios personajes, logrando amenizar el ritmo. El segundo punto a favor en mi opinión es lo interesante que resultan los datos referentes a la investigación del diario, sobre la historia y costumbres de Venecia relacionados con el caso, e incluso se aprende el origen de la palabra cuarentena.

Una lectura mitad terror mitad thriller que empecé en el autobús y terminé tirada en la cama en una noche oscura y silenciosa. ¡Buh! Sí, algo de repelús da porque no es muy gráfica, pero trata temas no aptos para delicados.

La edición es de lujo: colores rojo y negro, con el título en relieve y muchas florituras en oro.


Amablemente, el bueno de James ha compartido un artículo con nosotros entre crucero y crucero. Le gusta viajar, ahora que está retirado de la flota naval y se dedica a escribir thrillers desde su hogar en Andorra.

I think that in some peculiar and atavistic way the human mind needs horror. Perhaps this is something which is built into our psyche, an ancient race memory from the earliest dawn of humanity, when there genuinely were monsters lurking in the shadows, and where every sound could be the precursor to a savage attack from a wild animal, a cave bear or sabre-toothed tiger. You could even argue that the way we envisage danger lurking in the dark is a defence mechanism, a way of preparing the body to fight or flee.
 
It's almost as if we need to believe that there is something out there, somewhere in the dark, just out of range of our eyesight that is not quite right. Not human, or if it is human it is damaged in some way which renders it abnormal, and therefore dangerous. And it's also a matter of timing. A creak from the attic of an old house at three in the afternoon is of no consequence: it's just the wood settling or something of that sort. At three in the morning it's a very different state of affairs. Who -or perhaps more alarmingly, what - is up there? How did it get there? And is it coming down? It's amazing how the mind can play tricks and turn even the most mundane of sights and sounds into something quite alarming , given the right circumstances.
 
This is confirmed by the enduring popularity of horror films and novels in this genre, most of which pander to these deep-rooted fears and bring forth the monsters of our imagination. Sometimes these are beasts that have somehow survived the eons, as in the TV series Primeval, or perhaps have been crafted by a disturbed or diseased mind - the monster of Dr. Frankenstein is perhaps the most obvious example. But it's interesting that in so many films and books the creature that is stalking us is human or perhaps superhuman in some way. Everything from the serial killer, the outwardly normal man who kills for thrills, to satisfy some deep and dark need within him, to the undead, the vampires, the werewolves and the zombies. The creatures that we cannot kill because they are already dead.
 
In reality, there is very little that is new in this genre. We all know that the bite of the vampire, the twin puncture marks in the neck, marks the victim for a twilight existence, for a life without end but also without meaning. The werewolf will only die if shot with a silver bullet. But despite what we all know about these mythical creatures, that does not diminish the thrill we feel when the vampire or the golem makes his appearance. They are satisfying books to read, and although this is not a genre I've concentrated on, I also found it very satisfying to write.
 
In the case of The Nosferatu Scroll, one of the triggers behind the writing this book was the discovery of the skull of a vampire in Venice, where the story is set. In fact, the book actually includes a photograph of that skull, the head of a female with a brick jammed firmly into her mouth to prevent her feeding on the other occupants of the mass grave in which she was found. Because - and make no mistake about this - although today we are convinced that vampires do not exist and have never existed, three or four hundred years ago they were as real to the people of Central Europe in particular as the animals in the fields around them.
 
And even today, in our modern high tech world, I think there is still a need to believe in something else, something out there. The popularity of Bigfoot, the chupacabra and the persistence of aliens and UFOs, even sea serpents and monsters of the deep, certainly proves that. And I for one am glad, not because it gives me something to write about, but simply because I think that once we know everything about this world, about this planet that we live on, once there are no more mysteries left, then one of the sparks that gives us impetus and drives us forward will be forever extinguished, and that will be a sad thing.


Traducción
En cierta forma atávica, la mente necesita el terror. Quizás se deba a un rasgo de nuestra psique, un recuerdo racial del origen de la humanidad cuando existían auténticos monstruos agazapados en la oscuridad, y cada sonido podía preceder al ataque salvaje de un animal, un oso cavernario o un tigre diente de sable. Incluso podría alegarse que la manera en que visualizamos el peligro escondido en la oscuridad es un mecanismo de defensa para preparar el cuerpo en caso de lucha o fuga.

Casi parece que necesitamos creer que hay algo ahí fuera, en algún lugar de la noche, justo fuera del alcance de nuestra vista, que no marcha bien. Algo inhumano, o si lo es, sufre alguna tara que lo convierte en anómalo y, por tanto, peligroso. Se trata también de la oportunidad. Un crujido que proviene del ático de una casa antigua a las tres de la tarde no tiene mayor repercusión. Será la madera que se dilata, o cualquier cosa normal. A las tres de la madrugada, todo cambia. ¿Quién, o más alarmante, qué, hay ahí arriba? ¿Cómo ha llegado ahí? ¿Bajará? Es asombroso cómo la mente juega con nosotros y transforma las cosas más mundanas en algo perturbador si se dan las circunstancias apropiadas.

Todo lo cual se confirma en la popularidad inagotable de películas y novelas del género. La mayoría apela a estos miedos arraigados y hace aflorar los monstruos que viven en nuestra imaginación. En ocasiones, son bestias que han sobrevivido eones inexplicablemente, como en la serie de TV Primeval, o han sido creadas por dementes, siendo el monstruo del Dr. Frankenstein el ejemplo más típico. Aunque resulta interesante que en tantos libros y películas, un ser humano o quizás sobrehumano sea quien nos persigue. Desde un asesino en serie, normal en apariencia pero que mata por placer para satisfacer una necesidad oscura y profunda en su interior, hasta los no-muertos, vampiros, licántropos y zombies. Aquellas criaturas que no podemos matar porque ya están muertas.

En la realidad, poco hay de novedoso en el género. Todos sabemos que la mordedura del vampiro, la doble incisión en la yugular, señala a la víctima para una existencia en las tinieblas, un vida eterna pero carente de sentido. El hombre-lobo morirá sólo si es disparado con una bala de plata. Sin embargo, a pesar de lo que sabemos sobre estas míticas criaturas, no perdemos ni una pizca de la emoción que se siente ante la aparición del vampiro o del golem. Son lecturas satisfactorias, y aunque no me he limitado a escribir en este género, resulta grato para mí hacerlo.

En el caso de The Nosferatu Scroll, uno de los detonantes que desencadenaron su escritura fue el descubrimiento de una calavera de vampiro en Venecia, donde tiene lugar la novela. De hecho, se incluye una fotografía de esa calavera, la cabeza de una mujer con un ladrillo encajado en su boca para evitar que se alimentara de otros ocupantes de la fosa común donde fue hallada. No dudemos ni por un momento que, aunque hoy en día creemos firmemente que los vampiros no existen ni han existido jamás, hace trescientos o cuatrocientos años los habitantes de Europa Central en particular consideraban a los vampiros tan reales como los animales del campo.

Incluso en la actualidad, en nuestro mundo moderno y tecnológico, todavía persiste la necesidad de creer en algo más, algo que esté ahí fuera. La popularidad de Bigfoot, el chupacabra o los alienígenas y ovnis, o las serpientes y monstruos de las simas marinas, son prueba irrefutable de esa necesidad. Algo que me alegra personalmente, no tanto porque me proporcione material sobre el que escribir, sino sencillamente porque una vez que conozcamos todo de este mundo, del planeta en el que vivimos, una vez que ya no permanezca ningún misterio, entonces una de las chispas que nos da ímpetu y nos anima a seguir adelante desaparecerá por completo, y eso es una pena.


Estoy muy contenta con el resultado de los proyectos de este mes. Espero que hayáis disfrutado vosotros también ;o) Thanks, James, for your great company!

Y mis arrebatadores, ¿qué pensáis?¿Necesitamos una pizca de terror en nuestras vidas?

Babel en la oscuridad.

jueves, 24 de octubre de 2013

Autores lectores #6: Robert Masello



Mis queridos arrebatadores, en esa ocasión, me complazco en presentar a un autor cuyos libros suelen mezclar la realidad histórica con elementos de terror. Para mí, eso es una apuesta segura. Lo descubrí gracias a The Medusa Amulet, publicado en español por Algaida, el cual me dejó tremendamente enganchada.

Demos la bienvenida a
ROBERT MASELLO


What are you reading these days?

Whenever I'm writing an historical novel, I restrict myself to reading books on that subject and era.  So, right now I'm reading all about the creation of the atomic bomb in the 1940s.  I never read other novels while I'm writing one; it's too easy to be influenced by the style of  the writing.

La primera pregunta es: ¿Qué estás leyendo?
Siempre que escribo una novela histórica, restrinjo mis lecturas a ese tema y esa época. Así que ahora leo todo lo que puedo sobre la creación de la bomba atómica en los años 40. Nunca leo novelas mientras escribo, resulta muy fácil dejarse influir por un estilo narrativo.


What two books would you recommend other readers and why?

Not long ago, I made one exception to the rule above, and I read a young adult novel called "Crusher," written by a friend, Niall Leonard.  It's a very good and twisty story about a teenager who gets mixed up with some criminals in London.  I also enjoyed a biography of Albert Einstein, written some years ago, by Denis Brian.  Einstein is s fascinating subject, and Brian writes well about him.


¿Qué dos libros recomendarías a los lectores y por qué?
Hace poco hice una excepción a la regla que he mencionado y leí una novela juvenil titulada "Crusher", escrita por una amistad, Niall Leonard. Se trata de una historia muy buena con giros sobre un adolescente que se ve involucrado con los criminales de Londres. Disfruté también de una biografía de Albert Einstein, escrita hace algunos años por Denis Brian. Einstein es un tema fascinante, y Brian escribe bien sobre él.


What book has stayed with you over the years?

"Of Human Bondage," by W. Somerset Maugham. I read it back when I was a teenager, but it was the first book I read that I remember being so absorbed in that I could not put it down.  "Dracula" was also a big influence -- it scared me out of my wits (and I LIKE to be scared!)


¿Qué lectura guardas aún en tu memoria?
Servidumbre humana, de William Somerset Maugham. Lo leí cuando era adolescente, pero fue el primero que me absorbió de tal manera que no podía dejar de leer. Otra gran influencia fue Drácula, me daba auténtico miedo (y eso me gusta).



What book are you excited about reading in the near future?

I keep a list, on Amazon, of the books I'm planning to read -- and right now, most of them are contemporary novels -- Meg Wolitzer's "The Interestings," "The Marriage Plot" by Jeffrey Eugenides, and "Ask Bob" by Peter Gethers.  As soon as I finish writing my new novel, I plan to read  a bunch of them!  I get thirsty for fiction!


¿Cuál es el próximo libro que te apetece leer?
Tengo una lista en Amazon de los libros que planeo leer y ahora mismo la mayoría son novelas contemporáneas. "The Interestings" de Meg Wolitzer, "The Marriage Plot" de Jeffrey Eugenides, y "Ask Bob" de Peter Gethers. En cuanto termine de escribir mi nueva novela, tengo intención de leer un montón. ¡Me llama la ficción!



In what ways have the books you've read influenced how you write?

Every book I've read influences the way I write, for better or worse.  If the book was good, I learn something from the way the author wrote it, and I'm tempted to emulate it in some way.   If the book is bad, I learn something about what NOT to do in my own writing.


¿Cómo ha influido lo que lees en tu escritura?
Cada libro que he leído influye mi forma de escribir, para bien o para mal. Si el libro era bueno, aprendo de la manera en que escribe el autor, y siento la tentación de emularlo en algún aspecto. Si el libro era malo, aprendo cómo evitarlo en mi propio estilo.


Otras obras de Robert Masello:


Obras recomendadas por el autor:








En exclusiva para mis arrebatadores,
una pregunta del mismísmo autor  para vosotros:

How do you feel about reading a novel in which real people -- historical figures, like Benvenuto Cellini and Florence Nightingale  -- and real events, like the Crimean War and the Italian Renaissance, appear?

¿Estarías dispuestos a leer una novela en la que aparecen gente de verdad - figuras históricas como Benvenuto Cellini y Florence Nightingale - y hechos auténticos como la guerra de Crimea y el Renacimiento italiano?
Thanks a lot, Robert, for your words and your company! Mi respuesta a su pregunta es un rotundo sí. Ya lo he hecho y me produce una intriga enorme. Me gusta jugar con las posibilidades de la Historia. ¿Y mis arrebatadores qué opinan?

Babel internacional.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Sesión de terror: mi autor favorito



A lo largo de mi vida, me he movido entre géneros diferentes, pero siempre hay algunos temas recurrentes a los que, como lectora, no puedo evitar regresar. De alguna forma instintiva, recuerdo de mis genes sin civilizar, siempre vuelvo al terror. Algo debe de tener para ejercer tanta influencia sobre tanta gente. 

He leído obras de John Harris, Stephen King, Dean R. Koontz... desde pequeña hasta adulta, pero nadie, nunca, ha logrado estremecerme de verdad con sus historias de terror. Con una excepción.

Descubrí a este autor en una tienda con libros de saldo. Me fijé en un tomo gordísimo, un omnibus, que incluía dos historias de un tal Graham Masterton. Costaba dos libras esterlinas. Lo compré sin dudarlo. No sabía yo lo que me esperaba entre las tapas blandas de un libro de bolsillo cualquiera.

No sólo es capaz de idear historias originales al máximo, o describirlas con un realismo quirúrgico, sino que el horror de cada minuciosa escena se queda impregnado en tu piel para el resto de tu vida. Sólo con sus libros he sentido verdadero asco. Y no sólo por la sangre o la brutalidad. No. Esa sensación de repulsa que comienza lentamente y se va agarrando a tus tripas hasta que llega un momento en que tu mente no puede soportar un instante más estar en contacto con esas palabras, esa situación, ese mundo retorcido que se ha comido toda razón y esperanza. Sí, esa clase de asco que te hace parar de leer. Asco psicológico.

Graham Masterton es un maestro del horror. ¿Os lo presento? Porque ha tenido la gentileza de compartir un artículo suyo con nosotros.



Believe or not, I have never thought of myself as a horror writer. Horror to me is just a category which book retailers put your books into because they happen to have violent or supernatural content,  or both. I have never made any distinction between horror fiction and any other kind of fiction. Fiction should always challenge what you believe in, and make you think hard about what it is to be a human being. 
     I started writing fiction at a very early age,  inspired by Jules Verne and Edgar Allan Poe in particular. Some of the horror stories, though, made a lasting impression on my friends. Twenty-five years later, a schoolfriend told me that even though he was now a city manager,  he still had nightmares about a man who no head who used to walk about the house singing Tiptoe Through The Tulips.
     What almost all of my stories shared, though,  even at that age, was my feeling that fiction should take readers right to the very edge of human experience. Reality is strange, and exhilarating,  and tragic. Sometimes reality is well beyond our understanding.  But I always believed that fiction should take us even further,  right to the very boundaries of our humanity.
 When you’re writing, take your characters by the hand so that you can physically feel them.
     And never be scared to say anything.  Ever.
     Several times, I have purposely taken my work beyond the boundaries of accepted taste. I suppose it started with my novel Ritual,  which was a jolly story about gourmet cannibals. A favourite device of mine is to make ancient and mythical threats re-appear in the modern-day world so that ordinary people like you and me have to find a way to deal with them. The reason why legendary beings can be so frightening is because they were devised in days when people had no understanding of disease,  or natural disasters, and so they attributed them to demons and ghosts and vengeful gods. But again, I don’t consider this to be “horror” fiction.  It’s just stories as stories have always been told. Stories to make you think who you are. Stories to help you to come to terms with your mortality.  All of us who are alive at the moment are like a city, with its millions of lights sparkling in the night. One by one,  though,  the lights are extinguished,  and then there is nothing but darkness. There lies the horror.

Traducción
Aunque parezca mentira, nunca me he considerado un escritor de terror. EN mi opinión, es tan sólo una categoría que aplican los vendedores de libros cuando el contenido incluye violencia o elementos sobrenaturales, o ambos. Nunca he hecho distinciones entre la ficción de terror y otra clase de ficción. Ésta siempre debería desafiar nuestras creencias y hacernos pensar a fondo lo que significa ser humano.

Comencé a escribir ficción a una edad temprana, inspirado por Julio Verne y Edgan Allan Poe. Algunas de mis historias dejaron una huella indeleble en mis amigos. Uno de ellos, siendo ya un profesional veinticinco años después, todavía tiene pesadillas sobre un hombre decapitado que se pasea por la casa cantando una canción.

El punto en común de todas mis historias, no obstante, incluso en los albores, era que debía conducir al lector hasta el borde de la experiencia humana. La realidad es extraña, emocionante y trágica. A veces va más allá de nuestra comprensión. Siempre he creído que la ficción debería sobrepasar esos límites hasta la misma esencia de la humanidad.

Cuando se escribe, hay que tomar de la mano a los personajes, sentirlos físicamente. Y nunca jamás tener miedo a decir nada.  En varias ocasiones, he cruzado los límites de lo comúnmente aceptado. Imagino que empezó con mi novela Ritual, sobre caníbales sibaritas. Una de mis técnicas favoritas consiste en introducir amenazas antiguas y míticas en pleno mundo moderno, de manera que la gente normal se vea forzada a hallar una forma de enfrentarse a ellas. La razón por la que estos seres legendarios son tan aterradores se debe a que fueron forjados en una época en que no se comprendían la enfermedad o los desastres naturales y eran atribuidos a demonios, fantasmas y dioses vengativos. En cualquier caso, son sólo historias, pero no de terror, sino historias como siempre han sido narradas. Historias que te hacen replantearte quién eres. Historias que te ayudan a reconciliarte con tu mortalidad. Todos los vivos somos como una ciudad, con sus millones de luces parpadeando en la noche. Una por una, las luces se extinguen, y no hay nada más que oscuridad. Ahí yace el terror.


De sus historias, las primeras que leí y permanecen en mi memoria como un gran altar pagano, son Ritual y Walkers. En Rituals, un padre lucha desesperadamente por recuperar a su hijo de una secta que se complace en predicar el canibalismo religioso. En Walkers, una panda de psicópatas es capaz de atravesar suelos y paredes. La forma de matar es especialmente cruenta. No os imagináis qué lecturas tan impresionantes hacen estos dos libros.


Ahora me gustaría mucho saber si mis arrebatadores tienen un autor favorito de terror. ¿Me asustáis? ;o)

Babel escondida bajo la manta.