¡Feliz lunes! Hoy estaré levantando el país, así que os dejo en compañía de una reseña que he disfrutado redactando casi tanto como leyendo el libro.
De los
varios géneros que me apasionan, me gustaría destacar los libros que combinan
historia, búsqueda espiritual y romance. LA BRUJA DEL REY, de Cecelia Holland,
es un ejemplo soberbio de estas cualidades. Una auténtica galera de sucesos que
surca el mar de la historia a toda vela.
En 1190, Ricardo Corazón de León organiza una cruzada junto al
rey de Francia, Felipe Augusto, para liberar los Santos Lugares de la
ocupación árabe. Leonor de Aquitania, madre de Ricardo, desea impedir que su
hijo se involucre tanto en ella que desatienda sus deberes en Inglaterra, por
lo que envía entre el séquito real de la expedición a Edythe, una muchacha de oscuro pasado, para que la
mantenga informada de los planes de su hijo.
Una vez en Tierra Santa, Ricardo cae presa de una extraña enfermedad y la única persona capaz de sanarlo resulta ser Edythe, quien parece tener mucho que ocultar. Pero es hábil en su oficio, tanto que comienza a correr el rumor entre los cruzados de que en realidad se trata de una bruja. Y, para terminar de complicar las cosas, en el séquito del rey inglés viaja una persona que puede acabar con sus aspiraciones: Rouquin, el primo de Ricardo… el secreto mejor guardado de Inglaterra. |
Aclaraciones: ¿es todo historia? ¿hay brujería a mansalva?
No, ni vamos a estudiar fechas de texto ni veremos brujas volar en escobas.
En una
balanza temática, tenemos los grandes hechos históricos, las batallas, las
figuras legendarias. En el otro platillo, tenemos a las personas, con sus
pérdidas personales, sus miedos y su intensa humanidad en contraste con el
grandioso telón de fondo.
Somos
testigos de excepción de la cruzada de Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra, gracias al primer plano que ofrecen los
personajes femeninos. No intervienen en la liza, por supuesto, pero son capaces
de verlo todo desde su no siempre segura posición en retaguardia.
Página 207
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Hablar la tranquilizaba,
apartaba la oscuridad.
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¿Quiénes se
convertirán en nuestros ojos y alma en este libro? Juana sufre el peso moral de
una guerra que cree maldita. Su hermano Ricardo ansía expiar sus culpas ante
Dios ofreciéndole Tierra Santa en bandeja. Edythe anhela pertenecer a un mundo
al que fue arrojada siendo niña y lleva, oculto en su interior, un secreto que
la aísla cada vez más de todos. Rouquin, el pelirrojo y brutal primo del rey,
sólo busca la paz interior en la seguridad que le brinda la batalla. Y por
último, la gran protagonista, la ambientación histórica.
Puedo
confesar a gusto que me he enamorado de la novela. El estilo de Cecelia H. es
agreste, vívido, directo y envolvente. Tiene un poder descriptivo más que
evidente y, a veces, es tan directo que resulta cortante. El efecto que produce
es de avanzar por la trama sin pausa. Se respira el polvo de las ciudades
arrasadas. Se sienten las vibraciones de los cuernos de batalla. Se contemplan
las murallas de la asediada Acre y el brillo de su mar sin igual. Pletórica de
conspiraciones y una política hermanada con la religión y la ambición, la trama
se despliega a gran velocidad entre calles asoladas, ejércitos invasores y
guerreros con cotas de malla que sólo son felices en acción.
Qué ganas tenía de
vivir en el siglo XII. Y sobre todo qué ganas tenía de conocer la pasión que se
esconde entre complots y estandartes. Porque sí, hay una historia de amor y me
ha tenido en ascuas toooodo el libro, pensando… ¿ocurrirá? ¿Será de paso o
duradero? ¿Morirá alguno? ¿Tendrá un final horroroso para mi pobre corazón
romanticón? Todas las respuestas y una manicura nueva en el libro.
Me ha
gustado muchísimo porque me he sumergido en la cruzada sin que pareciera que
estaba leyendo un tratado de historia apolillado. Nombres como Ricardo Corazón
de León, Guido de Lusignan, Saladino y Felipe Augusto, rey de Francia, se
convierten en hombres de carne y hueso que sudan a mares, braman de enojo y
campan por las tórridas tierras que un día vieron nacer el cristianismo. He
paladeado una buena ración de batallas y escaramuzas, sabiamente aderezadas con
descripciones muy realistas de cuán duras y aterradoras debieron ser aquellas
jornadas. Por otro lado, las mujeres brindan un contraste necesario a tanta
testosterona. Gracias a ellas, he vivido los amargos pesares de la hermana de
Ricardo, las dudas existenciales de Edythe, quien actúa como médico del
campamento, los soterrados planes de Leonor de Aquitania. Esto último me hace
pensar si la anterior novela de la autora será un preludio de la que acabo de
leer, puesto que está protagonizada por la reina Leonor, madre de Ricardo.
Página 320
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La
gente piensa en un mundo y vive en otro. Pero ésa era la ilusión que los
salvaba, ¿no?
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A mí me
gustan los romances a fuego lento, así que en esta novela me ha entusiasmado
tanto la parte histórica como la romántica que rebosa pasión contenida. Altas
dosis de batallas entre cruzados y sarracenos, conspiraciones, una época
exótica escenificada de manera espectacular y un romance paulatino que me ha
hecho suspirar por cada atisbo de acercamiento entre “ella” y “él” – los ingredientes
perfectos para hacerme trasnochar.
CECELIA HOLLAND
336 páginas
Año 2012
Histórica-romántica
Tapa flexible con
solapas
20 pellizcos
Título original: The King's Witch
Recomendada por
George R. R. Martin
(le doy la razón
;o) )
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Ya soy fan de Cecelia Holland. ¿Y tú?
con el estandarte flameando en el viento.