Cuando la pluma es más fuerte que la tiranía

Me alegra cuando un libro me sorprende por su belleza inesperada. TINTA Y FUEGO (Sword and Verse) de la bibliotecaria Kathy MacMillan es exactamente esa sorpresa amada. 

¿Qué puede ser más provocativo que un mundo en el que leer y escribir se hayan convertido en delito mortal? Esta premisa es razón suficiente para acometer la lectura de esta novela, aunque alberga mucho más.

Fantasía exótica, para empezar. Sus leyendas de dioses crueles y su realeza faraónica recuerdan a la cultura egipcia, aunque también tiene toques a lo Mil y una noches.

El lenguaje jeroglífico reservado a la nobleza y al rey suponen una frontera infranqueable para los denostados esclavos, arrebatados por la sangre de sus tierras y sus familias diezmadas. La protagonista es uno de ellos, desde niña al servicio tiránico del palacio qilarita. La primera escena ilustra categóricamente la precariedad en la que sobreviven los arnath, siempre al borde del castigo o la muerte. Pronto el lujo, el feroz protocolo y los peligros de confraternizar con la Resistencia forman parte de la rutina de Raisa cuando es elegida aprendiz de tutora.

Me han fascinado muchos aspectos de esta inspiradora historia. Se relatan fragmentos de las vidas de los dioses, con el origen de los signos de la escritura sagrada y por qué es un arma entre los hombres. La joven Raisa tiene su misión personal asociada a la lectura y a su familia, aunque también cae en la tentadora trampa del amor prohibido. Es algo precioso de sentir con ella, aunque doloroso y traicionero. A veces pensaba que él no la merecía, pero esta relación trágica se convierte en un cúmulo de bellas emociones y en un símbolo de dos culturas en choque irreconciliable.

Poco a poco, se despierta en ella el fuego de la lucha por su pueblo, lo que añade actos de espionaje e ingenio interesantes que se entrecruzan con las intrigas palaciegas. Aunque lo más hermoso para mí es cómo se entrelazan el significado de la escritura y su amor incondicional por el príncipe Mati. Nunca ceja en aprender a descifrar los enigmas de las caligrafías de su pueblo y de los dioses, así como nunca se rinde en su amor por el príncipe.

Sufre tremendos pesares y sacrificios. Me ha parecido de una belleza sublime aunque fatídica. Cuenta con un desenlace épico, místico y salvaje, tan poético y esperanzador como su mensaje. Es una oda a la libertad, a la cooperación contra toda crueldad y tiranía,  al poder unificador de la escritura. Hermosísima novela de aventura, amor y fantasía. ¡Y escrita por una bibliotecaria! Algo debe de saber sobre la trascendencia de la palabra ;-)

Citas favoritas:

Hacía años que había aprendido que desear algo demasiado era un modo seguro de que te lo arrebataran.

Deseé poder volver atrás y ser feliz en la ignorancia.

El dolor se había convertido en un tormento sordo, un vacío vasto y perenne.

Dijo que lo había hecho porque nadie merece morir en la ignorancia, sin dignidad ni humanidad.

Sus besos me anegaron como la crecida del río anega la tierra seca.

Pero yo sí había cambiado. Sabía lo que se sentía al tener el corazón dormido y, ahora que se había despertado, no volvería a silenciarse.

DATOS DE TINTA Y FUEGO Autora: Kathy MacMillan Editorial Montena Edición: Septiembre, 2017 Tapa flexible con solapas Sword and Verse, 2016, 410 págs. Fantasía, aventura y romance 19 pellizcos (€) Web de Kathy

Y además, libro único. ¡Sorpresón! :-D Curiosamente, aunque el final es cerrado, en la web de la autora se anuncia una secuela para otoño de 2018. No temáis, la historia queda maravillosamente contada. Lo que se le ocurra añadir sólo puede ser mejor. 

Feliz semana y feliz vida.

Babel con la antorcha en alto.