lunes, 14 de enero de 2013

Reseña de La espada Maldita: una mezcla de géneros imprescindible


Como parte de la lectura conjunta organizada para este mes, Me pones los dientes largos, he leído un libro cuyo protagonista es un vampiro. LA ESPADA MALDITA, de Jon Courtenay Grimwood, me ha fascinado. Por eso le doy 5 estrellas en Goodreads con toda mi alma.


Es el siglo XV y Venecia está en la cima de su poder. En esta ciudad, mezcla de opulencia y hedor a cloaca, aparece el primer vampiro en Europa, setenta años antes que Drácula.

Atilo, el jefe de los Assassini del duque Marco, descubre a un muchacho agachado sobre un hombre al que acaba de matar. La velocidad a la que huye el muchacho le asombra. Y Atilo sabe que tiene que encontrarlo, no para matarlo, sino porque finalmente ha encontrado a alguien digno de ser su aprendiz.



He descubierto una novela de historia alternativa que bulle con los colores brutales del siglo XV y la imaginación desatada de la más oscura de las fantasías.

Jon C.G. recrea la atmósfera opresiva y terriblemente peligrosa de una Venecia ahogada en pobreza, corrupción y maldad. A cada capítulo, se profundiza en las antiguas costumbres de los venecianos, en sus gentes de distinta procedencia, en los sueños rotos de sus habitantes. Las noches se enrarecen aún más con la presencia de criaturas que surgen de mitologías de pesadilla. A ellas se suma un muchacho que estaba emparedado y ahora vaga por las callejuelas empotradas entre canales de agua sucia. Su memoria es un harapo desgarrado de recuerdos inconexos de quién pudo haber sido, sembrando la muerte por donde camina sin saber lo que hace o por qué.

Mientras descubre su sed, retazos de su vida fragmentada cruzan la mente de Tycho. A medida que vislumbramos el oscuro misterio del muchacho de cabellera plateada, otras figuras cuentan sus historias enriqueciendo el intrincado tapiz de la novela.

Tycho descubre poco a poco sus habilidades, algo que le embriaga pero también le pone en peligro. Los poderes que manejan los hilos van tras su pista: Alexa, la madre del Duque de las islas que se comieron el comercio del mundo; Atilo, el jefe de los Assassini, gremio clandestino de espías y asesinos que es uno de los recursos literarios más estimulantes posibles; Roderigo, el capitán de la guardia; el regente Alonzo, ambicioso y cruel; los krieghund, horrores extranjeros que aúllan en la noche. 

En Roma se bromeaba diciendo que había más asesinos que canales.  pág. 141

No hay que olvidar a otros personajes, dos damas de alcurnia que estarán metidas en el meollo de las conspiraciones. Ni al doctor Cuervo o la stregoi, tan siniestros y memorables como dos cucarachas en un vaso de leche. Todos ellos tienen su propia agenda y no cejarán en su búsqueda del triunfo, y de Tycho, aunque tengan que reventar Venecia en el proceso.

Una sorprendente y muy gráfica combinación de historia, terror y ligeras pinceladas de fantasía. ¿Dónde está esa fantasía? En leves pero tentadores trazos. Quizás en el concepto mismo. O en la noche en que circulan bestias no del todo humanas, o en el vampiro que ni siquiera sabe lo que es, o en la magia que se agazapa en los lugares más insospechados.

Personalmente, yo no consideraría esta novela apta para la etiqueta de "fantasía". Al menos, no si tenemos en cuenta los elementos típicos del género. Por el contrario, este inusual brebaje está compuesto por una opulenta ambientación histórica, un marcado trasfondo tétrico y una puesta en escena que recuerda al Shakespeare más conspirador.

Leí una reseña de este libro que alababa los personajes secundarios por encima de Tycho, al que decía no haber podido llegar a conocer. Tengo que diferir puesto que Tycho nos va contando sus miserias, sus orígenes, sus pensamientos y sensaciones. Cierto es que se mantiene el misterio hasta el final y más allá puesto que es una de las bazas de la trama. Eso sí, ésta se centra en el sinfín de maquinaciones políticas que hierven en Venecia. Tal vez Tycho no sea tan humano como los demás personajes, cosa que dudo, pero es que en verdad no lo es. Además, emana de él una siniestra tristeza que impregna toda la novela. En cierto momento, se tiene la sensación de que el mundo entero mira a Venecia y, de alguna manera, todo depende de esta joya en el mar. Y Venecia, de alguna forma aún más oscura, depende de Tycho.

Algo soez, de muy variada perspectiva, misteriosa como la niebla que oculta los canales por la noche. Una interesante fantasía renacentista en la que podemos perdernos en el interior de la astuta, retorcida, codiciosa y lasciva atmósfera del siglo XV que el autor teje con deliciosa maestría. Casi se respira el hedor a corrupción al estilo de los Borgia y los Medici. Nadie sabe lo que es el respeto en este mundo si no va acompañado por una bolsa repleta de oro o una daga afilada. ¿Es para todos los públicos? La gente que vive en esta ciudad es despiadada. Se pasa el día conspirando y matando. Sus historias, sus actos y sus planes son terribles, aunque hay mucha humanidad en sus personalidades. Abundan las escenas de gran crueldad que se leen con el espíritu empañado por la angustia. ¿Es imposible de tragar? ¡Qué va! Precisamente es adictiva porque rompe las reglas. Hay de todo, hay mucho misterio y, lo mejor de todo, es que aún falta mucho por contar. Algo que sabremos en las continuaciones: The Outcast Blade y The Exiled Blade.


Talón de Aquiles: a veces se pierde un poco el hilo por los distintos personajes (hasta que se les conoce bien) y por algunas transiciones entre escenas no muy claras. A algunos les puede molestar el exceso de escenificación. O la mezcla de géneros. O la crueldad.

Recomendadísimo por: la hechicera ambientación veneciana, el misterio en torno al bello muchacho de pelo plateado, las conspiraciones, la brutalidad, las múltiples historias entretejidas, ese final...


LA ESPADA MALDITA
(Assassini, 1)
JON COURTENAY GRIMWOOD
444 págs.
Fantasía/Terror/
Historia Alternativa
2012
Título original:
The Fallen Blade
Relación calidad/precio:
20 pellizcos
Caro, pero vale cada euro



Y si todavía no os habéis apuntado a la lectura conjunta, os animo a ello. ¿No os queda algún vampiro que catar? Conozcámoslos a todos ;o)



perdida en una góndola de noche.

10 comentarios:

Eilonwy dijo...

Me lo anoto. Por la violencia del contexto y el mito del vampiro, me recuerda a Saint Germaine. ¡Quiero vampiros de verdad, no gusiluces descafeinados! XDDDD

→Tinuwel← dijo...

Desde luego estoy de acuerdo con todo lo que comentas. Un libró único y diferente, una visión distinta tanto de mito vampírico como de otros mitos sobre seres fantásticos. Un lectura muy recomendable (excepto para las mentes muy muy sensibles... jejejeje)

Anónimo dijo...

OH excelente reseña!!!!! me encantaria leerlo!

Arila dijo...

A pesar de lo que te ha gustado, no se yo si me convence la mezcla... me lo pensaré si tengo la oportunidad de leerlo. Un beso =)

Margari dijo...

¡Qué buena reseña! Pues tendré que apuntar este libro, que dejas con ganas.
Besotes!!!

Miss_Cultura dijo...

ya te dije que vendria corriendo para ver tu reseña ya que me llamaba pero no sabia que encontrarme y me has dejado con ganas de leerlo, y es que te ha salido una reseña redonda y genial, me gustaria conocer a Tycho y esa Venecia que tal y como la describes dan ganas de salir corriendo y largarte de ella ;)

Effy dijo...

hola babel :3 me gustaría que nos siguiéramos si te parece bien n.n
saludos!

MyuMyu dijo...

Yo no conocía el libro antes de verlo en tu blog pero ahora me pinta muy bien. Me encanta la ambientación que presenta.
¡Gracias por la reseña, me ha gustado mucho!
Un beso :D

Koneko-chan dijo...

Oyoyoyoyoyoy estaba yo esperando tu reseña de este libro ya, y lo he decidido, este tarde o temprano pasará a formar parte de mi colección, sí o sí.
Venecia, vampiros, conspiraciones, y prosa Shakespeariana???? Ohhhhh, decididamente si, jajaja.
Un besote sirena mía, gracias por la reseña!!

Esther dijo...

¡Menudo libro me acabas de descubrir!!La verdad es que nunca lo había visto ni oído hablar de él, pero, ¿vampiros, asesinos y Venecia en la baja Edad media??? Tiene toda mi atención.
Un poco caro, ¡tal vez lo saquen de bolsillo!
Esther.