Saludos, mis arrebatadores :o) ¿Cómo estáis?
Conocéis mi perdición: la novela romántica. He tenido la oportunidad de leer otro caprichito gracias a la plataforma de Babelio (estamos emparentados, claro, jajaja) cuando en la pasada edición ofrecieron esta novela de la saga Real. Es un volumen independiente, pero dentro del mundo de los personajes principales.
¿A quién le gusta la portada? (más al final de la reseña)
Menudos sofocos me han dado leyendo esta novela. Si es que esta autora tiene un don para estimular las respuestas fisiológicas más erógenas :-D
Si habéis leído a Katie Evans antes, ya sabéis de lo que hablo. Si aún no os habéis atrevido, porfi, no os privéis del "placer". Su estilo es sencillo y visceral al mismo tiempo. Fabrica chicos como bizcochos en una convención de mujeres a dieta. Están para devorarlos con una buena dosis de culpabilidad, jajajaja.
En fin, concentrémonos.
Tengo la colección hasta ahora publicada en España de la saga Real, por lo que la tentación llamó a mi estantería cuando al editorial añadió Racer al montón. Este chavalote es hijo del luchador protagonista de la saga, pero le gusta correr en carreras ilegales más que sudar en el ring. Cuando el destino se cruza en su camino con una propuesta para competir en circuitos de Fórmula 1, su rumbo se dispara en dirección al podio y a los brazos sensuales de Lana.
Me ha encantado conocer la experiencia de un piloto desde dentro de la cabina. Ya tuve mi bautismo de fuego con Colton en Driven, de K. Bomberg. Se ve que me quedé con ganas porque he absorbido con fruición las sensaciones de Tate al volante y sus trucos para adelantar o evitar contrincantes a 370 kilómetros por hora.
Los dos personajes sufren por sus respectivos motivos y tienen sus ambiciones, lo cual incrementa las sinergias que producen juntos en plan volcán en erupción. Su química es explosiva, pero también dulce. Realmente contagian la potencia de su deseo más allá del papel.
La historia se desarrolla en las pistas y en hoteles de todo el mundo, entre tiempos de carrera, declaraciones de posesividad y jadeos. No todo es pasión salvaje en el paraíso del motor, no obstante. El pobre Tate ha heredado algo de su padre que no son precisamente sus eléctricos ojos azules.
La historia se concentra obsesivamente en las sensaciones, los sentimientos y las caricias de estos dos jóvenes amantes. Esto es propia de la autora, quien pinta la atmósfera circundante con los trazos indispensables para enmarcar a su pareja del momento. Rápida, pasional, montada en adrenalina, la relación burbujea y se alza como un géiser hasta que explota en un giro dramático. No llega la sangre al río, esto no es una tragedia, sino que es el detonante para que esta pareja se una definitivamente de forma oficial. La intimidad, tanto emocional como física, es constante. Si no os gustan los arrumacos, lo siento, pero aquí se multiplican :-D
La carrera final irradia entusiasmo y euforia. Es la primera guinda de un final cargado de amor, éxito, felicidad y romanticismo sexy. Muy , muy entretenida, la lectura. Incluso aparecen personajes de todas las novelas anteriores, hasta las que están pendientes de publicarse en español (lo cual espero que se remedie ;-) )
De Racer me ha gustado el amor loco y desnudo que profesa por Lana, su talón de Aquiles que lo hace dudar de su valía. Nunca duda de sus sentimientos por su chica y los canta a los cuatro vientos. Me mola.
Creo que nadie me ha mirado nunca de forma tan concienzuda.
La energía que lo envuelve es tan fuerte y vibrante como el murmullo que emite una tormenta que se aproxima.
Mientras haya amor y lealtad, cualquier cosa puede funcionar.
Y ahí estoy yo, viviendo uno de esos momentos en los que te das cuenta de que la belleza está hecha de un millar de diminutas partes.
Me toma. Y le dejo porque todo mi cuerpo es una llama viva.
Tomo independiente de una saga
romance, carreras de coches, erotismo
Tapa flexible con solapas
326 páginas, 16,90€
HORA DEL DEBATE:
No voy a negar que el nene de la portada española es monísimo, pero me da la impresión de que es un quinceañero y me tira para atrás. Mientras que la portada original presenta a un hombre joven pero más maduro, viril y canalla, justo como Racer. Ya sé por cuál me decanto yo, pero quiero saber vuestras opiniones. ¿Portada original o la española? ;o)
Babel los prefiere bien horneados.
Conocéis mi perdición: la novela romántica. He tenido la oportunidad de leer otro caprichito gracias a la plataforma de Babelio (estamos emparentados, claro, jajaja) cuando en la pasada edición ofrecieron esta novela de la saga Real. Es un volumen independiente, pero dentro del mundo de los personajes principales.
¿A quién le gusta la portada? (más al final de la reseña)
RACER
de KATY EVANS
Menudos sofocos me han dado leyendo esta novela. Si es que esta autora tiene un don para estimular las respuestas fisiológicas más erógenas :-D
Si habéis leído a Katie Evans antes, ya sabéis de lo que hablo. Si aún no os habéis atrevido, porfi, no os privéis del "placer". Su estilo es sencillo y visceral al mismo tiempo. Fabrica chicos como bizcochos en una convención de mujeres a dieta. Están para devorarlos con una buena dosis de culpabilidad, jajajaja.
En fin, concentrémonos.
Tengo la colección hasta ahora publicada en España de la saga Real, por lo que la tentación llamó a mi estantería cuando al editorial añadió Racer al montón. Este chavalote es hijo del luchador protagonista de la saga, pero le gusta correr en carreras ilegales más que sudar en el ring. Cuando el destino se cruza en su camino con una propuesta para competir en circuitos de Fórmula 1, su rumbo se dispara en dirección al podio y a los brazos sensuales de Lana.
Me ha encantado conocer la experiencia de un piloto desde dentro de la cabina. Ya tuve mi bautismo de fuego con Colton en Driven, de K. Bomberg. Se ve que me quedé con ganas porque he absorbido con fruición las sensaciones de Tate al volante y sus trucos para adelantar o evitar contrincantes a 370 kilómetros por hora.
Los dos personajes sufren por sus respectivos motivos y tienen sus ambiciones, lo cual incrementa las sinergias que producen juntos en plan volcán en erupción. Su química es explosiva, pero también dulce. Realmente contagian la potencia de su deseo más allá del papel.
La historia se desarrolla en las pistas y en hoteles de todo el mundo, entre tiempos de carrera, declaraciones de posesividad y jadeos. No todo es pasión salvaje en el paraíso del motor, no obstante. El pobre Tate ha heredado algo de su padre que no son precisamente sus eléctricos ojos azules.
La historia se concentra obsesivamente en las sensaciones, los sentimientos y las caricias de estos dos jóvenes amantes. Esto es propia de la autora, quien pinta la atmósfera circundante con los trazos indispensables para enmarcar a su pareja del momento. Rápida, pasional, montada en adrenalina, la relación burbujea y se alza como un géiser hasta que explota en un giro dramático. No llega la sangre al río, esto no es una tragedia, sino que es el detonante para que esta pareja se una definitivamente de forma oficial. La intimidad, tanto emocional como física, es constante. Si no os gustan los arrumacos, lo siento, pero aquí se multiplican :-D
La carrera final irradia entusiasmo y euforia. Es la primera guinda de un final cargado de amor, éxito, felicidad y romanticismo sexy. Muy , muy entretenida, la lectura. Incluso aparecen personajes de todas las novelas anteriores, hasta las que están pendientes de publicarse en español (lo cual espero que se remedie ;-) )
De Racer me ha gustado el amor loco y desnudo que profesa por Lana, su talón de Aquiles que lo hace dudar de su valía. Nunca duda de sus sentimientos por su chica y los canta a los cuatro vientos. Me mola.
Citas favoritas:El brillo de sus ojos me hace sentir que quiere devorarme.
Creo que nadie me ha mirado nunca de forma tan concienzuda.
La energía que lo envuelve es tan fuerte y vibrante como el murmullo que emite una tormenta que se aproxima.
Mientras haya amor y lealtad, cualquier cosa puede funcionar.
Y ahí estoy yo, viviendo uno de esos momentos en los que te das cuenta de que la belleza está hecha de un millar de diminutas partes.
Me toma. Y le dejo porque todo mi cuerpo es una llama viva.
Datos de RACERWeb de Katy Evans, Editorial Principal Chic
Tomo independiente de una saga
romance, carreras de coches, erotismo
Tapa flexible con solapas
326 páginas, 16,90€
HORA DEL DEBATE:
No voy a negar que el nene de la portada española es monísimo, pero me da la impresión de que es un quinceañero y me tira para atrás. Mientras que la portada original presenta a un hombre joven pero más maduro, viril y canalla, justo como Racer. Ya sé por cuál me decanto yo, pero quiero saber vuestras opiniones. ¿Portada original o la española? ;o)
Babel los prefiere bien horneados.
4 comentarios:
NO es mi estilo así que esta vez lo dejo pasar.
Besotes!!!
¡Hola! ^^
No es probable que lea estos libros pronto, porque creo que es una saga un poco larga, pero me atrae mucho tanto por el género como por la temática. Creo que son muy de mi estilo. Me quedo por aquí :)
Besos!
Hola,
No he leído nada de esta autora, aunque me la han recomendado mucho; el tema de por sí es interesante, creo que no estoy familiarizada con el tema de los coches, así que lo tendré presente.
Besos.
Pues sí que parece un quinceañero, me quedo con la original. En cuanto al libro,no es de mi estilo, pese a que he disfrutado de tu reseña.
Publicar un comentario