¿Qué tal suena un paseo por Park Avenue con un galán que no conoce el amor?
Pues a leer...
EL PRÍNCIPE DE PARK AVENUE
GANCHO. Millonario hecho a sí mismo que se retuerce entre su deseo desesperado por una mujer maravillosa y su trauma de huérfano que ha tenido que luchar por cada centímetro de poder.
Yo nunca he podido resistirme a un hombretón que se ha labrado el
porvenir hasta el éxito más lujoso y envidiable, pero que guarda una espinita
clavada en forma de corazón endurecido indigno de amor. Hay un placer especial
en derretir esa fachada.
Y aquí entra la elegante Grace, procedente de una familia con
reputación y fortuna, quien tienta todos los cimientos de este hombre aunque representa
todo cuanto ha tenido que conseguir a pulso. Lujo y placer en una ciudad
inolvidable. ¡El duelo por la espina ha comenzado!
Sam y Grace me han enamorado. Él es un hombre de negocios, rico,
intenso, pero encierra el recuerdo de unos orígenes precarios. En cambio, ella
es la propietaria de una galería de arte (qué glamuroso) y tiene un carácter
cauteloso. ¿Incompatibles? Más por el miedo a perder que por el hecho de
encajar en sus respectivas vidas. Yo creo que han encajado en todos los
sentidos… ;o)
Se lanzan a una relación tempestuosa basada en una atracción de
mente y cuerpo y, la verdad, no podía dejar de regodearme en los diálogos, sus
pequeños retos y su pasión ardiente. Puedo destacar la forma en que los
personajes reflexionan sobre las razones de su comportamiento durante sus vidas
y hacia otras personas con tal de comprender las motivaciones, una introspección
que surge a raíz de haberse conocido.
Se balancean sobre una cuerda floja cuando se dan cuenta de la
intimidad emocional que están desarrollando y de que sus diferencias no impiden
una complicidad especial, más bien se complementan. Me ha parecido que esta
evolución es preciosa al igual que la narración. Me ha cautivado.
No hay romance que se precie que se libre de un drama que nos haga
temblar por el futuro feliz de la pareja, por lo que en la última parte del
libro he sufrido una auténtica agonía por culpa de Sam. Este hombre es víctima
de un último arrebato en aras de su trauma de abandono. Le entiendo muy bien,
es difícil desprenderse de la convicción de que toda persona a quien ames
acabará dejándote de un modo u otro, y entregarse al amor es rendirse al dolor.
No obstante, Grace se muestra tan leal y audaz en su fe en el amor que se
profesan que duele verla padecer el escepticismo de Sam.
Tiene puntos débiles que ha blindado para impedir que el abandono
que sufrió en su infancia pueda minar su fortaleza actual. Es un aspecto
de su psicología que puede levantar ampollas porque genera un dramatismo en la
parte final que acaba dañando a su pareja. Es un momento tremendo pero que
juega en su contra ya que, en mi opinión, si el rechazo es grande, la redención
deber ser aún mayor.
Me habría gustado que este hombre tuviera una epifanía más profunda y trascendental a la altura de su tozudez. Afortunadamente, el final es increíblemente bonito y feliz. ¡Viva el romance!
Datos de EL PRÍNCIPE DE PARK AVENUE
Babel quiere llenar sus estanterías de galanes enamorados.
2 comentarios:
Este género no es el que más me llama, a veces sí que me apetece retomarlo pero no termino de decidirme =)
¡Hola! Me alegro que sea una historia de la que has disfrutado. Personalmente no lo veo como una lectura para mí, así que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.
¡Nos leemos!
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