Saludos, mis arrebatadores :o) La semana pasada estuve totalmente dedicada a un solo hombre...
Confieso mi debilidad por los
uniformes. Por ese motivo, caí rendida ante las botas militares que comandaban
la cubierta del primer libro de esta serie de investigación en tiempos de la
segunda guerra mundial. Protagonizada por el capitán Martin Bora del ejército
alemán, tiene un golpe de salida bastante efectista.
Original, imponente, intrigante. He vuelto a dejarme tentar
por este joven y experimentado oficial en su nueva (y 4ª) aventura,
esta vez sita en París y la Francia ocupada. Bora se mueve con elegancia y
controvertidos principios, puesto que contrastan con la rampante vileza de sus
coetáneos, por un laberinto de conspiraciones políticas, perseguido
metafóricamente por el desfile flotante de los muertos con los que se cruza en
sus pesquisas.
Esta clase de libro requiere una lectura concienzuda, ya que
el ritmo es lento y los sucesos apelan más al intelecto y la reflexión que a
las sensaciones trepidantes. Desde luego, abre los ojos a lo que ha
sido Europa en uno de sus momentos más negros.
Bora es un hombre polifacético que resulta sumamente
carismático por sus orígenes aristocráticos, sus virtudes y su sentido
del honor entre chacales, aparte de un pedigrí germánico algo colorido. Su
atención al detalle conduce sus investigaciones, de lo más peregrinas y
peligrosas, a lugares inhóspitos del alma humana, a los que analiza con
exhaustiva minuciosidad a la par que trata de respetar su propia conciencia.
LPI realiza un crudo y obsceno retrato de las atrocidades
cometidas en época de guerra. Se aprende multitud de cosas sobre la influencia
de los conflictos bélicos en la moralidad de los hombres. En términos más
específicos de la trama, Bora se enfrenta a varias misiones paralelas que
le aprietan desde todos los costados. Se codea con gente poderosa ante la que
tiene que andarse con un cuidado de vida o muerte. Me gusta estar metida en su
mente mientras valora cómo ajustar su actitud según su interlocutor, los
secretos que debe mantener y la peligrosidad de que se sepan sus verdaderas
intenciones y creencias. Vive en un tanque de pirañas de sus propios paisanos.
El suspense psicológico de esta novela posee un desarrollo a fuego
lento, casi burocrático. Requiere de atención paciente mientras, capa a capa,
el protagonista de inflexible moral laboral va desenrollando los apretados
nudos de una madeja de infinitas informaciones. Maneja un caso de asesinato y
la vigilancia del afamado escritor y también capitán Ernst Jünger en un embrollado juego de malabares cuya
tercera bola es el propio choque de culturas entre el invasor alemán y la
Francia ocupada.
A pesar de la lentitud del ritmo y la profunda descripción
narrativa, he disfrutado con esa atmósfera cargada de virulencia histórica, la
pegajosa superstición de la Bretaña rural, una anécdota curiosa concerniente a
un botón y, por supuesto, del carismático capitán Bora, a quien he tenido el
placer de conocer mejor. Su psicología entre mojigata y honorable resulta tan
interesante como su apego al buen trabajo y su atractivo físico.
Se alcanza el final entre crímenes, venganzas y un aura de
negrura bélica que asoló Europa como la sombra de un ave de rapiña. La ficción
y la realidad de mezclan con certera inteligencia en esta nueva aventura de
Bora. Desde luego, siempre remueve la conciencia y eso ya es una recomendación.
Citas favoritas:
Siempre acaban enviando a alguien a limpiar la porquería de
otros.
Hay algo de inquietante en un proceso de curación que queda
interrumpido por la muerte.
Qué más daba que la muerte la produjese una fuerza bruta e
irracional o unas manos educadas para tocar el piano de cola.
Debimos reconocer al diablo cuando nos contrató.
Le resultaba difícil desprenderse de sus objetos personales,
ya que era un tanto reservado por naturaleza y muy protector de su espacio.
Llevaba grabado el sabor de la tierra bajo los dientes, boca
abajo en el suelo. Era el sabor de romper reglas y de los ideales en peligro de
extinción.
La mayor parte del tiempo soy un borracho con un alto
desempeño.
Entre conocer a alguien y coquetear con esa persona hay
margen de maniobra.
El mismo cerebro que elabora monumentos a la lógica puede
jugarnos malas pasadas y engendrar monstruos.
La vida es como una isla en un mar de muerte.
DATOS DE
LOS PEQUEÑOS INCENDIOS
Autora: Ben Pastor
Edición:
Enero, 2018
Tapa flexible con
solapas
The Little
Fires,
2016, 470 págs.
Novela negra bélica
Serie de tramas independientes:
1. Lumen
2. Cielo de plomo
3. El camino a Ítaca
4. Los pequeños incendios
19,50 pellizcos (€)
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Esta semana galopamos a medias entre dos meses, una sensación rara, ¿no? :o) En cualquier caso, os deseo muy felices horas literarias.
Babel sacando brillo a las botas de Bora (sin segundas intenciones).
4 comentarios:
¡Hola!
Ohh, el libro pinta super super bien… la cita del sabor de la tierra es una bonita ilustración.
¡Me lo apunto!
Un besazo.
Este libro me tienta y mucho. Así que me alegra ver que lo has disfrutado.
Besotes!!!
No lo conocía y tiene muy buena pinta!
Me lo llevo =)
Besotes
Idò, suena bien, me gusta la ambientación y parece interesante. No lo conocía, pero gracias por la reseña^^
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